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Cuatro años de cárcel por ponerle un cuchillo en el cuello a su sobrina de 9 años

El acusado retuvo a la menor en un piso de Laviada y aseguró que tenía dos bombonas de butano con las que pretendía "volar el edificio"

El acusado, en el momento de su arresto. ÁNGEL GONZÁLEZ

El juzgado de lo penal número 3 de Gijón acaba de condenar a cuatro años de prisión a un vecino de Laviada acusado de amenazar con un cuchillo de grandes dimensiones a su sobrina, una niña de 9 años a la que el procesado llegó a poner un cuchillo en la garganta. Los hechos tuvieron lugar a primera hora de la tarde del 22 de marzo de 2015 en un domicilio de la calle Adaro, en Laviada. La magistrada encargada del caso reconoce en este caso una atenuante de alteración psíquica por las enfermedades mentales que padece el procesado.

Poco antes del violento suceso el hermano del ahora condenado había acudido a casa de la madre de ambos para dejar a sus dos hijas mientras iba a hacer unos recados. Fue entonces cuando el agresor -que apenas unas horas antes había visitado un centro hospitalario amenazando con quitarse la vida-, encerró a sus dos sobrinas y a su madre en el salón. El propio acusado dijo a los policías a los que había alertado su hermano que iba a matar a su familia. Afirmó además que disponía de dos bombonas de butano y que iba a hacer "volar" el edificio.

Cuando la Policía entró en la vivienda los agentes encontraron al detenido "con la niña agarrada entre sus brazos a la vez que sobre su cuello tenía colocado un cuchillo de cocina de 17 centímetros de hoja". Uno de los funcionarios se abalanzó sobre el acusado, que opuso una fuerte resistencia a su arresto. Tras la detención al hombre se le intervinieron seis cuchillos de cocina, unas tijeras y un cúter que guardaba en el armario de su habitación, además del cuchillo de cocina con el que había retenido a su sobrina. Una vez escuchado el interrogatorio al que fue sometido el reo la juez de guardia decretó su ingreso en prisión provisional.

La juez considera ahora al procesado autor de los delitos de amenazas, atentado contra agente de la autoridad y lesiones. La magistrada mantiene que el trastorno esquizoide de la personalidad que padece le hizo, al menos en parte, no ser del todo consciente de sus actos por lo que acepta la imposición del atenuante que pedía la defensa. El tribunal establece, por último, una orden de alejamiento que impedirá al reo acercarse a menos de 200 metros de su madre, su hermano y sus sobrinas durante los próximos dos años.

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