Ventastur, el puerto seco creado en 2003 en la localidad palentina de Venta de Baños, con la idea de que El Musel arrebatara al puerto de Santander buena parte de los vehículos nuevos que las factorías de Valladolid exportan por sus muelles, ha entrado en la fase final de su proceso de liquidación después de haber vendido su único activo, una parcela de 111.837 metros cuadrados, al Grupo Siro, propietario de varias fábricas agroalimentarias en esa misma localidad palentina, según ha podido confirmar este diario.
La venta se realizó en junio del año pasado a través de una subasta efectuada a través de la Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio (Segipsa), en la que el Grupo Siro fue el único postor. La parcela se vendió en 3.201.000 euros, mil euros por encima de su precio de salida, pero al mismo tiempo un precio a la tasación que se hizo de la parcela, que fue de 2,9 millones de euros.
Ventastur fue creado en 2003 con el grupo Suardíaz como accionista mayoritario, con un 80 por ciento de las acciones y con los puertos de El Musel y Aviles con un 10 por ciento cada uno. Aunque el proyecto preveía una inversión de 13 millones de euros para construir un gran centro logístico de 215.000 metros cuadrados para captar no sólo vehículos para El Musel, sino también contenedores para transportar por ferrocarril al puerto gijonés y al de Avilés, el proyecto se desinfló al poco de ponerse en marcha. Sólo se puso en marcha la primera fase del proyecto con 1,8 millones de euros; la campa de 110.000 metros que ahora se ha vendido, y en 2008 Ventastur renunció definitivamente a la compra de las parcelas reservadas por el ayuntamiento palentino para la segunda y la tercera fases del proyecto.
Con el tiempo, el grupo Suardíaz acabó vendiendo la mayor parte de su participación a Renfe Mercancías que, a través de Pecovasa, posee el 79,99 de las acciones de Ventastur. Junto al 20 por ciento que suman los puertos asturianos, también figura como accionista con un 0,01 por ciento Trans European Rail.
La primera fase de este proyecto logístico fallido, la única que estuvo operativa, fue inaugurada el 2 de abril de 2003 por el entonces presidente del Gobierno del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces; su homólogo de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y la entonces alcaldesa de Venta de Baños, Celinda Sánchez, suegra del empresario naviero Fernando Fernández Tapias.
Era un momento en el que el Gobierno de Asturias planteaba proyectos a lo grande ligados a El Musel; una ampliación del puerto gijonés sensiblemente mayor que la que finalmente se ejecutó; una Zalia con 4,2 millones de metros cuadrados en vez de los 400.000 que se han acabado haciendo y el fallido puerto seco en Venta de Baños.
El Principado apostó entonces por abrir el puerto seco en Venta de Baños, principal nudo ferroviario del noroeste de España, frente a las alternativas de León y Benavente, en base a un informe elaborado en 2002 por la consultora Spim.
Las conexiones ferroviarias y la proximidad de Venta de Baños al polo industrial de Valladolid, donde producen sus vehículos fabricantes como Renault, fueron determinantes para la elección del lugar. Un factor que no disuadió de esa elección es que a un kilómetro de distancia de la campa elegida para almacenar y redistribuir vehículos nuevos se halla la fábrica Cementos Hontoria, del grupo Portland, cuya actividad con graneles no suele casar bien con el depósito de coches nuevos en las inmediaciones.
Las previsiones eran que El Musel captara 30.000 vehículos nuevos de las fábricas vallisoletanas. No fue hasta 2010, con la puesta en marcha de la autopista del mar entre Gijón y Nantes, cuando comenzaron a llegar los coches nuevos y en mucha menor cantidad. Hasta entonces, la actividad de Ventastur había sido más bien escasa, como almacenamiento para la redistribución de coches de las fábricas a otras zonas de España.
Si a El Musel llegó poca mercancía desde Venta de Baños, al puerto de Avilés no llegó ninguna. Ahora el Grupo Siro destinará la campa como almacén de la materia prima para sus centros productivos, por la proximidad a sus factorías.
La venta de la parcela del fallido puerto seco ha evitado que los puertos asturianos sufran grandes quebrantos económicos con la operación. La venta ha permitido devolver a los socios los préstamos participativos que habían tenido que conceder a lo largo de los últimos años para evitar que la sociedad entrara en causa de disolución por las perdidas acumuladas. Un riesgo que también se atajó reduciendo el capital social en diciembre de 2014.
Los accionistas sí tendrán que asumir pérdidas, al no recuperar todo el dinero desembolsado al constituir la sociedad. Según algunas fuentes, el quebranto económico para El Musel después de 12 años de actividad de Ventastur será del orden de 140.000 euros y una cifra similar para el puerto de Avilés.
