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Gijón Fabril entra en concurso tras no renovarle Saint-Gobain el contrato

La empresa, perteneciente al grupo Moldibérica, prevé enviar al paro a sus 48 trabajadores y vender la maquinaria para indemnizarlos

Gijón Fabril ha presentado la solicitud de concurso voluntario de acreedores, después de no haber podido renovar el contrato que desde 2007 tenía con la multinacional francesa Saint-Gobain, para suministrarle moldes para la fabricación de vidrio. Cerca del 80% de la producción que se hacía en la fábrica de Porceyo tenía como destino plantas de Saint-Gobain en España y Portugal. Los 48 trabajadores de Gijón Fabril serán despedidos.

Gijón Fabril pertenece al grupo Moldibérica, que cuenta con varias fábricas más vinculadas todas al mundo del vidrio; entre ellas, dos en Barcelona que también producen moldes como la de Gijón; Moldibérica y Vidremot, factorías que podrían captar parte de la producción que dejará de hacerse en Gijón. La decisión de cerrar la fábrica gijonesa fue anunciada el pasado viernes a los sindicatos por el presidente del grupo empresarial, Juan Cervera Gimeno, quien les indicó que la empresa tiene tesorería para pagar las nóminas hasta marzo y que para las indemnizaciones, el mínimo legal de 20 días, se podrán conseguir fondos con la venta de la maquinaria. Ese es el principal activo de la empresa, dado que la nave y la parcela de Porceyo son propiedad de Saint-Gobain, que se la alquila.

La crisis de la empresa tiene que ver, al parecer, con la competencia de fábricas de China y del Este de Europa y con la pérdida del contrato de Saint-Gobain.

En cuanto a la competencia, Gijón Fabril tuvo que rebajar sus precios del orden del 16% en los últimos años para hacer frente a la competencia China y a la de Omco, empresa belga que levantó una fábrica en Eslovenia para abaratar costes.

La caída de precios también ha llevado a que los grandes clientes del sector rechacen firmar contratos a largo plazo, ante las expectativas de abaratar sus costes a medida que caen los precios. A eso se suma, en el caso del contrato con Saint-Gobain, que en septiembre del año pasado vendió Verallia (su división de vidrio hueco) a los fondos de inversión Apollo Global Management (el 90% del capital) y Bpifrance (el 10%).

El contrato de Gijón Fabril con Saint-Gobain venció el pasado 31 de diciembre y eso es lo que se alega al solicitar el concurso voluntario de acreedores. Se da la circunstancia, poco usual en un proceso concursal, de que Gijón Fabril solicita el concurso sin tener deuda vencida, sino que lo plantea ante la inminente falta de liquidez tras haber perdido su principal cliente.

El nexo de Gijón Fabril con Saint-Gobain va más allá del comercial. De hecho, Gijón Fabril pertenecía hasta 2007 a Saint-Gobain, fecha en la que la multinacional vendió la empresa al grupo catalán Moldibérica, aunque no los terrenos ni la nave de Porceyo, que le dejó en alquiler.

Aquella venta se hizo con el compromiso por parte de Saint-Gobain de adquirir 9.000 moldes anuales durante cinco años, un volumen que no llegó a cumplir nunca, quedándose en las 6.000 a 7.000 unidades. En 2011 se renegoció el acuerdo, prolongando el contrato, pero reduciendo a 5.400 moldes el suministro anual, pese a lo que esa cifra sólo se alcanzó en dos ejercicios.

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