La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cuando Astérix se hizo insumiso

La muestra "La insumisión en Asturias", que se inauguró ayer en El Llano, recoge la iconografía de un movimiento antimilitarista que tuvo miles de procesados

Dos de los cartes de la exposición, en el Centro Municipal de El Llano. Á. G.

Hubo un tiempo en que Astérix y Obélix, los populares personajes creados por Goscinny y Uderzo, se hicieron recalcitrantes antimilataristas, abanderados de la desobediencia civil que venía de Thoreau y de aquella convicción del solitario de Walden de que ningún gobierno ha de tener más poder que aquel que los ciudadanos estén dispuestos a concederle. "Escontra l'exércitu. La meyor poción... ¡Insumisión!", decían los irreductibles y asturianizados galos desde aquel cartel del MRA (Mocedaes Revolucionaries d´Asturies), una de las organizaciones políticas que contribuyó, junto con el MCA, JCR, Griesca o el Conceyu Ciudadanu pola Llibertá, entre otras, a airear la protesta de un movimiento que surgió en los años ochenta y sólo se diluyó a partir de diciembre de 2001, con el final del servicio militar obligatorio y la amnistía para unos cuatro mil insumisos procesados, entre ellos varios asturianos que acabaron en prisión.

La muestra "La insumisión en Asturias", que se inauguró ayer en el Centro Municipal de El Llano, reúne dieciséis carteles -entre ellos el de Astérix y Obélix- que son un elocuente ejemplo de la variada iconografía que partidos y agrupaciones ciudadanas, a la izquierda del PSOE, idearon para dar voz a las reivindicaciones de los insumisos o exigir la libertad de los activistas encarcelados. La exposición está organizada por la Fundación Juan Muñiz Zapico, vinculada a CC OO. Y es, según explicó su director, Benjamín Gutiérrez, una selección monográfica a partir de una colección de unos trescientos carteles de tema variado que ha donado un particular. "Nos pareció que eran muy llamativos y que responden, además, a una cierta praxis clandestina; la mayoría, pese a tener una evidente calidad plástica, no lleva firma de autor", explicó.

El objetivo de este trabajo, que es en realidad un proyecto de la investigadora Gabriela Núñez Díaz, es acercar a los más jóvenes las particularidades de un movimiento muy activo, que surgió en la España gobernada por los socialistas, y que movilizó a miles de activistas con un doble objetivo: acabar con la conscripción y la militarización. También se proyecta un curioso documental: "Insumisión. 20 años desobedeciendo. Breve historia reciente del antimilitarismo en el Estado español", del bilbaíno Kem-Moc.

A la inauguración asistieron también, junto con Gutiérrez y Gabriela Núñez, el director de la Fundación Municipal de Cultura, Xosé Nel Riesgo, y el presidente de la citada fundación, Francisco Prado Alberdi. Éste admitió que la protesta de los insumisos no siempre fue entendida por los sindicatos mayoritarios o algunos de los partidos de la izquierda tradicional. "Sí hubo mucha gente que los apoyamos a título personal, como yo mismo, que era secretario general de Comisiones en Gijón o El Polesu (Manuel García Fonseca, del PCA e IU), que era diputado por Asturias y se autoinculpó", dijo.

"Desde mediados de los años ochenta y hasta después del año 2000 hubo muchas acciones de protesta, porque todavía había presos", recordó Gabriela Núñez. Dos de los insumisos asturianos juzgados y encarcelados fueron José Manuel Chico Fernández (Pin) y Javier Pintado Piquero, que participarán el próximo viernes 29 de enero en un debate, junto con el historiador Rubén Vega y la investigadora Gabriela Núñez.

Aquella "insumisión" tenía su antedecente más nítido en el amplio movimiento de objetores de conciencia (hasta un millón de jóvenes españoles) que surgió tras la muerte de Franco, en 1975. En plena dictadura hubo objetores como Pepe Beunza, que acabó en la cárcel, pero la protesta contra la mili obligatoria se extendió en la década de los ochenta. En 1979 se celebró en Álava un congreso del Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC). En 1984 el Gobierno aprobó la ley de Objeción de Conciencia, y dos años más tarde un reglamento para una prestación social sustituria de la mili que los "insumisos" no aceptaron.

Compartir el artículo

stats