"Se nos ha ido una estrella". "Era una mujer íntegra". O "era entrañable y siempre ayudaba a los demás". Fueron algunos de los recuerdos que le brindaron ayer, en su últimos adiós, amigos y vecinos de Margarita Rodríguez, directora de "Los Collacios", el grupo de baile que creó junto a su marido en 1969.

La iglesia de Fátima, en La Calzada, se quedó pequeña para despedir a un pilar de la cultura asturiana y del vecindario, tras fallecer a los 77 años el pasado martes. La Coral Asturiana de Gijón, de la que formó parte junto a su marido, Roberto González, interpretó varios temas durante el funeral, y al término, sus compañeros de la Agrupación Folclórica "Los Collacios" le dedicaron un homenaje con el sonido de la gaita y las castañuelas.

El párroco, José Antonio Álvarez, señaló durante su homilía el carácter y el calado que tenía la figura de Margarita Rodríguez en la zona oeste. "Tenía sentido de familia, de comunidad, de ir haciendo grupo y de no vivir del individualismo. Tenía esa capacidad para promover la cultura asturiana y ese sentido de solidaridad también con los de otras partes del mundo".

Desde que fundase junto a su marido el grupo de baile "Los Collacios" en 1969, generaciones y generaciones de niños y niñas pasaron por sus clases. "Era una persona entrañable. Todo lo que estuviera a su alcance para ayudar a los demás lo hacía, sobretodo para ayudar a los más desfavorecidos. Y para todos los que estábamos en su grupo de baile era como una segunda madre", recordó Reyes Fernández. A su lado, emocionado, Mario Ibáñez, también de "Los Collacios", resumió su pérdida: "Se apaga una estrella".

La cantante Tere Rojo indicó que "dejó huella en todo el ambiente artístico" y resaltó que "fue una mujer muy luchadora y muy buena con todo el mundo". Mientras que Jesús Izquierdo, vecino y amigo del barrio, hizo hincapié en que "era una gran mujer trabajadora. Llevaba sus ideas se pusiera quien se pusiera por delante. Tenía un amor al arte y al folclore como nadie".

Margarita Rodríguez, Enma González y Yolanda Puente son tres de las dieciséis primeras mujeres adultas a las que dio clase de baile. Eran conocidas como las "Mamás", porque empezaron con Margarita a raíz de llevar a sus hijas a clase. "Tenemos un recuerdo muy bueno, de los mejores de nuestra vida, y ella siempre nos reconoció que con nosotras también se lo pasó muy bien", indicaron ayer al término del funeral. Porque, en todos los aspectos, dejó huella en la zona oeste junto a su marido y sus hijos. "Todos saben de vuestra entrega, colaboración y organización de cualquier evento cultural benéfico, de manera altruista y desinteresada", señaló José Manuel Losa, en nombre de la Coral Asturiana de Gijón.