Los trabajadores de Gijón Fabril acordaron ayer iniciar un encierro indefinido en la fábrica de Porceyo, para intentar evitar la liquidación de la empresa con la extinción de sus 48 contratos de trabajo. La medida se tomó en una asamblea que se celebró a primera hora de la tarde de ayer, a la que acudieron representantes de la Federación de Industria de CC OO de Asturias, de CSI y de la Asamblea de Trabajadores en Lucha. Uno de estos últimos, delegado sindical en Tenneco, explicó la experiencia del reciente conflicto laboral en la fábrica de amortiguadores, en la que los trabajadores tras un prolongado encierro y después de haber recabado numerosos apoyos lograron evitar el cierre.
Asistentes a la reunión dieron su visión a los trabajadores sobre la diferente conducción de tres crisis industriales recientes, como fueron la de Tenneco, la de Suzuki y la de Coca-Cola. El encierro que van a iniciar los trabajadores supondrá que permanecerá un retén en la fábrica durante la noche, de seis a ocho personas, mientras que en los fines de semana, en los que no se trabaja, habrá tres turnos con el mismo número de encerrados, indicaron fuentes sindicales.
Gijón Fabril cuenta con tres delegados sindicales, pertenecientes respectivamente a CC OO, CSI y al SOMA-FITAG-UGT. Hoy acudirán al Ayuntamiento para intentar que los reciba la Alcaldesa, Carmen Moriyón y para verse con otros ediles. Al menos se reunirán con Xixón Sí Puede.
Los tres delegados presentaron ayer una denuncia ante la Inspección de Trabajo en la que acusan a la compañía de supuestas infracciones de la legislación laboral. Entre otras cosas, indican que "están marchando con los planos propiedad de Gijón Fabril" que se emplean para la fabricación de los moldes para la industria del vidrio, que es lo que produce la empresa. Algo que "da a entender que pretenden seguir con la actividad y desviando los pedidos para otras empresas o talleres", según el escrito, agregando que "la empresa además pretende vender toda la maquinaria".
El accionista mayoritario de Gijón Fabril anunció el viernes a los sindicatos la declaración de la sociedad en concurso de acreedores para a su liquidación y el despido de los 48 empleados. La empresa, que no acumula deudas, alega que en unos meses tendrá falta de liquidez tras no haber podido renovar el contrato con su principal cliente, Verallia (que Saint-Gobain vendió en septiembre a dos fondos de inversión), debido a la competencia de las fábricas del este de Europa y sobre todo de China, que venden un 40% más barato. El concurso se solicitó el martes.
Los representantes de los trabajadores consideran, en la denuncia presentada ante Inspección de Trabajo, que la empresa "está actuando de mala fe" para cerrar la fábrica sin negociación con los sindicatos.
En la denuncia se apunta, entre otras cosas, que "carecemos de jefes que velen por la empresa", dado que el pasado viernes la empresa les comunicó que había "dimitido" el director de la fábrica y no ha sido nombrado otra persona para reemplazarlo.
Además, los sindicatos denuncian que la empresa ha planteado el pasado lunes la supresión de uno de los dos turnos de trabajo, el de tarde, algo que según fuentes sindicales no ha podido materializar por el momento ante la oposición de los representantes de los trabajadores, con quien la empresa tendría que negociar la modificación del calendario laboral. Según los sindicatos, la eliminación de un turno de trabajo buscaría "la ineficiencia" con el objetivo de justificar la posterior regulación de empleo y los despidos.
La denuncia hace hincapié en la falta de información oficial, dado que sólo tienen conocimiento de los planes de la empresa de manera verbal. "A día de hoy los trabajadores se encuentran en una situación de indefensión total al no tener constancia ni recibir información oficial alguna por parte de la empresa respecto al concurso de acreedores", indican los sindicatos, que pese a esa supuesta "mala fe y abuso de derecho" que reprochan a la compañía, "los trabajadores y delegados de personal de Gijón Fabril sí han podido conocer motu propio lo siguiente: Que la empresa ha dado orden de no pagar a proveedores ni pedidos. Que la empresa se negó a renegociar un nuevo contrato con la multinacional Saint-Gobain que suponía alrededor del 80% de la carga de trabajo de Gijón Fabril. Que la empresa Gijón Fabril pertenece a un grupo empresarial en el que figuran Buxanti 2006 y Moldibérica, ambas con el mismo objeto social, mismo dueño y mismo representante y administrador único. Además, quien toma las decisiones sobre Gijón Fabril es el grupo", según sostienen los tres delegados sindicales, pertenecientes a CSI, CC OO y UGT. Esta versión contrasta con la que ha ofrecido el accionista principal de Gijón Fabril, quien niega que la factoría pertenezca a ningún grupo empresarial.
