El equipo de gobierno de Foro Asturias ya se ha ganado el no de los jóvenes y el movimiento vecinal gijonés a su borrador de reforma de la ordenanza de convivencia ciudadana. Un texto presentado hace unos días a todos los grupos políticos en cumplimiento del mandato del Pleno de revisar la polémica normativa aprobada por Foro y PP en 2013 pero donde los únicos cambios sustanciales que incorpora el gobierno son eliminar las medidas vinculadas a la degradación visual del entorno (pintadas y carteles) y las necesidades fisiológicas para trasladarlas a una nueva ordenanza de limpieza. Todas las demás prohibiciones, incluida la práctica del botellón, se mantienen igual en definición y sanción.

Y es la ausencia de cambios de calado en el texto la que llevaba ayer a mostrar su rechazo a responsables del Conseyu de la Mocedá y de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV). El presidente del Conseyu, Álvaro Granda, denunció que la ordenanza "sigue criminalizando el ocio juvenil" mientras el portavoz vecinal, Adrián Arias, hizo hincapié en la necesidad de garantizar a todos los ciudadanos el disfrute de los espacios públicos y no cederlos desde la administración municipal al negocio privado. Una crítica vecinal que tiene que ver con las terrazas hosteleras. A esas quejas sobre el fondo del asunto sumaron Granda y Arias otra sobre la forma de trabajo al no haber sido convocados con carácter previo por el gobierno para consensuar la reforma de la ordenanza.

Granda y Arias hicieron todas estas reflexiones tras mantener una reunión con el portavoz municipal de IU. Aurelio Martín también dejó claro que a su grupo no le gusta una ordenanza que mantiene un modelo de ciudad basado en "la prohibición, la sanción, la represión y el control policial. Más que una herramienta para fomentar la convivencia Foro nos presenta un protocolo de actuación para las fuerzas de seguridad del Estado". Cierto es que una de las escasas novedades del nuevo texto tiene que ver con la incorporación de una serie de artículos que ahondan en la obligación de que los agentes de la autoridad traten con "corrección y cortesía" a los ciudadanos.

"Hay que darle la vuelta como a un calcetín", sugirió el portavoz de IU tras denunciar también la "criminalización del ocio juvenil", "que se prime el negocio sobre los derechos y libertades de los ciudadanos" y que "se haya perdido la oportunidad de incorporar las aportaciones en positivo de los colectivos sociales". Martín también echa en falta que a la propuesta de reforma de Foro no haya antecedido la presentación de un estudio sobre la incidencia de la actual ordenanza de convivencia durante sus dos años y medio de vigencia. A los grupos políticos que ahora deben debatir el texto no se les ha facilitado cifras sobre incumplimientos de la ordenanza, denuncias policiales, gestión de las actividades preventivas que se incluyen en la normativa municipal...

El presidente del Conseyu de la Mocedá considera que al documento forista le faltan, además, propuestas en materia de prevención y referencias al Plan Integral de la Juventud que, tras una decisión tomada en el Pleno hace unos meses, debería estar en proceso de tramitación en estos momentos. "Aunque no tenemos noticias de ello", concretó. También abrió la puerta Granda al debate sobre las sanciones "que no tienen que ser exclusivamente económicas pueden ser actuaciones que reviertan en la comunidad".

El portavoz de la Federación Vecinal aprovechó el encuentro para hablar de convivencia ciudadana y ocio juvenil pero también para recordar la necesidad de poner "coto" a la proliferación de terrazas hosteleras y poner solución a los problemas de Poniente con la masificación de eventos festivo que denuncian los residentes. Arias habló también del problema de base a la hora de diseñar ordenanzas o dar solución a muchas demandas ciudadanas: "la falta de definición de un modelo de ciudad". Modelo que debería consensuarse en el proceso abierto para el diseño del nuevo Plan Estratégico de Gijón.