Se inventó una historia para evitar hacer frente a dos de las tres multas de radar que acumulaba en un mes y ahora está siendo investigado por la comisión de dos delitos de denuncia falsa y simulación de delito. La Guardia Civil de Gijón tomó declaración el pasado 13 de enero a un vecino de la ciudad de 36 años cuya identidad responde a las iniciales R. R. A. y al que se acusa de inventarse una comida familiar para no pagar los 300 euros que se le habían impuesto al ahora investigado por superar la velocidad permitida en la autovía.

Los hechos tuvieron lugar el 12 de septiembre. Fue entonces cuando, según la Guardia Civil, el ahora procesado se personó en las dependencias de la Comandancia de la Benemérita de Contrueces. El imputado quería presentar una denuncia "en la que manifestaba haber recibido la notificación de tres multas por exceso de velocidad de las que tan sólo era el infractor en una de las ocasiones".

Para dar credibilidad a sus palabras el gijonés aportó como justificante la factura de un conocido restaurante de la zona centro de Asturias en el que se suponía que había celebrado una comida familiar el día que había sido denunciado. La Benemérita puso en marcha una investigación con la que los agentes pretendían descartar que en este caso alguien estuviera circulado con una matrícula falsa.

Gracias a los trabajos de los agentes se pudo comprobar que el acusado había sido pillado por el radar situado en Somonte circulando a 133 kilómetros por hora -en la zona la velocidad máxima permitida es de 120 kilómetros por hora-, tres veces entre el 27 de julio y el 28 de agosto. En todas las ocasiones las infracciones se registraron por la tarde. El importe de las tres denuncias ascendía a los 300 euros.

Una portavoz de la Comandancia explicó ayer que "la inspección del vehículo y las gestiones realizadas por los agentes permitieron determinar que el conductor era el denunciante". Por todo ello los funcionarios procedieron al interrogatorio del gijonés.