La terminal de graneles sólidos de El Musel, Ebhisa, ha pedido precios a Alvargonzález, Bergé y Marítima del Principado, para desviar al Nuevo Muelle Norte o al muelle Olano barcos a los que Ebhisa no pudiera atender en el tiempo requerido después de que haya quedado inutilizada una de sus tres grúas-pórtico al chocar contra un barco en la noche del pasado 6 de enero.
El desvío de graneleros al Nuevo Muelle Norte de la ampliación, donde operan Alvargonzález y Bergé, o al muelle Olano, donde descarga Marprín, no es algo que se vaya a producir a corto plazo. Con unas previsiones de tráficos para 2016 inferiores a las descargas del año pasado, excepcionales por el volumen de carbón término que pasó por la terminal, los dos pórticos de Ebhisa están despachando sin problemas los barcos que llegan a la terminal.
Sin embargo, es posible que en el tiempo en que se tarda en reparar el pórtico dañado, más de un año, puedan producirse momentos puntuales de barcos en espera para descargar en Ebhisa. Ante esa posibilidad, la terminal granelera tendrá que decidir si paga las indemnizaciones por demoras que se incluyen en los contratos con sus clientes o si le resulta más económico derivar algún buque a otros muelles.
En el muelle Olano, con 13,80 metros de calado, pueden entrar graneleros del tipo Panamax de hasta 70.000 toneladas. En el Nuevo Muelle Norte de la ampliación los calados no son un problema. En teoría se podrían incluso descargar buques del tipo Cape Size, con más de 100.000 toneladas en sus bodegas, si bien con grandes dificultades debido a su anchura, que haría lenta la descarga con grúas convencionales, algo que no ocurre con las grúas-pórtico, como la de Ebhisa.
La posibilidad de llevar una grúa automóvil al muelle de Ebhisa, en alquiler cuando se precise algún refuerzo, acarrearía tensiones con los sindicatos, dado que la misma tendría que ser operada por personal ajeno a Ebhisa.
El accidente que ha inutilizado la grúa-pórtico número 2 de Ebhisa tuvo lugar a las once y media de la noche del pasado día 6. Las fuertes rachas de viento del sur-suroeste, de entre 130 y 140 kilómetros por hora, hicieron que la pluma de la grúa se empotrara contra la chimenea del granelero "Anangel Trust". El balanceo del barco por el temporal, al que permaneció enganchada la grúa durante una hora y media aproximadamente, retorció su estructura principal. El coste de la reparación puede alcanzar los seis millones de euros.
