La reconversión de la antigua fábrica de tabacos de Cimavilla, antes convento de las Agustinas Recoletas, en un museo que resuma la historia de la ciudad desde su sedimento romano y, a la vez, en un potente foco de industrias creativas, supondrá un desembolso próximo a los 20 millones de euros. La intención del Gobierno de Foro es que los trabajos de la primera fase, con la adaptación del inmueble a los usos culturales previstos, comiencen el próximo mes de marzo y tengan una duración de quince meses.
Son algunos de los datos y explicaciones que la alcaldesa, Carmen Moriyón, dio ayer en una reunión de la Comisión de Cultura en la que los técnicos municipales dieron a conocer los pormenores del proyecto. En esa primera fase de los trabajos, adjudicada a la unión temporal de empresas formada por San José y Procin en unos 4 millones de millones de euros (el precio de licitación era de 9,1 millones), se rehabilatará el viejo edificio conventual y los espacios exteriores en función de los usos previstos, además de levantar las nuevas edificaciones.
El plazo de ejecución es de quince meses, por lo que esa rehabilitación debería estar concluida en julio de 2017. Con esta intervención quedarán construidos 11.800 metros cuadrados. Las nuevas edificaciones incluirán un salón de actos con capacidad para 280 personas. También se mejorarán los espacios exteriores (2.600 metros cuadrados construidos), se hará un zócalo de protección del edificio histórico y un acceso al cerro.
El inmueble de Tabacalera tiene su origen en 1670, pero los sondeos y excavaciones realizados desde 2006 han sacado a la luz restos de época romana (por ejemplo un pozo o depósito) y de un convento barrroco. Historia que recogerá el futuro museo de la ciudad, una instalación que se pone bajo la siguiente descripción: "Un edificio, dos mil años de historia". "Se trata de recuperar e interpretar las tres etapas históricas sobre las que se asienta el edificio: la romana con el depósito de agua, la barroca con el convento de las Agustinas, y la industrial con la fábrica de tábacos", se dice en el plan presentado ayer en la Comisión de Cultura.
En el futuro museo se reorganizarán además los cuantiosos fondos (más de cuatro mil obras) pictóricos y escultóricos que se custodian ahora en la Casa Natal Museo Jovellanos. También el legado del premio Nobel Severo Ochoa y otros documentos y piezas relacionados con las artes industriales o el propio Jovellanos. La división temática que tendrá esa colección, que ocupará las plantas baja, primera y segunda del rehabilitado edificio, es la siguiente: Pintura española y europea de los siglos XVI y XVII, época de Jovellanos, la escultura barroca en Asturias, modernización de la cultura gijonesa, el Gijón de la Restauración, Siglo XX, época de la Guerra Civil, la posguerra española, el Gijón del desarrollismo y Transición y democracia.
El presupuesto previsto para poner en marcha esta segunda fase es de 15,3 millones, según distintas fuentes consultadas ayer. Y el Gobierno de Foro incluye una de sus más ambiciosas promesas electorales: un vivero de industrias creativas que llevará el nombre de El Lavaderu (el portavoz forista, Fernando Couto, confirmó ayer que mantienen el nombre), con un modelo similar al del madrileño Matadero. La entidad "Gijón Creativo" suma unas doscientas empresas. Ese nuevo espacio ofrecería laboratorios de trabajo o talleres. Foro opina que daría un fuerte impulso a Cimavilla. Lo que parece descartado, según las fuentes consultadas, es el traslado de los fondos del museo Nicanor Piñole a Tabacalera.
