La sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, acaba de confirmar la multa de 360 euros impuesta a una gijonesa acusada de quedarse con un móvil que se encontró por la calle. La denunciada reconoció que al encontrarse el terminal le había cambiado la tarjeta para usarlo como propio. La ahora condenada no devolvió el teléfono hasta que supo que estaba siendo investigada.