La inauguración ayer de la exposición "Legado de Carmen y Severo Ochoa" en el Museo Casa Natal de Jovellanos sirvió también para homenajear y ensalzar la figura de uno de los matrimonios más relevantes de la reciente historia regional.

Pinturas, esculturas, grabados, objetos y piezas arqueológicas que el Nobel de medicina y su esposa, la gijonesa Carmen García Cobián, comenzaron a coleccionar al establecerse en Nueva York y que optaron por donar al Ayuntamiento de Gijón en 1986. Treinta años después, una exposición recoge el legado de la vida y viajes del matrimonio por todo el mundo. No obstante destaca la presencia de obras destacadas de la pintura española firmadas por Eduardo Vicente, Benjamín Palencia, Modest Cuizaxart y Cristóbal Toral, entre todos.

Nada más entrar en el salón de la exposición resultan llamativos dos cuadros que Salvador Dalí regaló a Severo Ochoa y que introducen la ciencia como una manifestación artística a través de la pintura. Uno de ellos es "El ácido ribonucleico y la escalera de Jacob", que representa la subida y bajada de los ángeles del cielo a la tierra a través de una escalera que imita la estructura de doble hélice del ADN. Se trata de una obra que lleva la dedicatoria del genio de Figueras a Severo Ochoa.

Además de los cuadros destacan las piezas arqueológicas recogidas en cada viaje de los esposados merced a congresos científicos, con especial atención a diferentes objetos de culturas precolombinas, la mayor parte provenientes de yacimientos de Costa Rica, concretamente de las culturas Diquis y Huetar. Pero no faltan muestras de civilizaciones circunscritas a territorios de los actuales Ecuador, México y Perú. Incluso Asia supone un componente importante de la muestra donde prevalecen dos xilografías regaladas por el bioquímico nipón Yasumi Yugarimismo, que forman parte de una serie de cuarenta retratos de actores del tradicional teatro kabuki que el japonés Toshusai Sharaku realizó a finales del siglo XVIII.

En la inauguración de la muestra se dieron cita numerosas autoridades, como la alcaldesa de Gijón Carmen Moriyón, y su predecesora, Paz Fernández-Felgueroso; la edil de Cultura, Montserrat López; el alcalde de Valdés, municipio de nacimiento de Severa Ochoa, Simón Guardado; el presidente de la Fundación Carmen y Severo Ochoa, César Nombela; y el secretario general de la entidad, César de Haro; además de los ediles socialistas del Consistorio gijonés José María Pérez y Lara Martínez. Tras los discursos de las autoridades ensalzando la vida de Carmen y Severo Ochoa, Saturnino Noval, trabajador del museo, contó la intrahistoria del legado. que estará a la vista del público hasta el 3 de abril.