A las 9.30 de la mañana, con rigurosa puntualidad, Santiago Vicente Larrañaga subía la persiana de su administración de loterías, la número 33, ubicada en la planta baja del centro comercial Los Fresnos, en El Llano, a sabiendas que no iba a ser un día normal. Al poco llegó su hermano gemelo, Iñaki, con quien abrió el negocio en 1998. "En los 17 años que llevamos han salido premios de ciento y pico mil, cincuenta mil, incluso un segundo premio de la Lotería Nacional. Pero nada comparado con esto. Es como una medalla olímpica para un deportista. Un premio de este calibre hay administraciones que en su vida lo dan", reconocía Santiago que aun sigue sin creerse que expidió el boleto ganador del euromillones y que ha supuesto un premio de 15 millones de euros a su acertante.

Los culpables son los números 36, 21, 10, 9 y 6 y las estrellas 6 y 2. que el jugador, cuya identidad se desconoce, tuvo la clarividencia de marcar personalmente. Realizó una apuesta de dos euros, la mínima que se puede hacer en este juego europeo en el que participan ciudadanos de España, Reino Unido y Francia, Suiza, Portugal, Luxemburgo, Irlanda, Bélgica y Austria. Y que suele dar premios de muy elevada cuantía.

Fue el tema del día en el centro comercial Los Fresnos. Desde primera hora de la mañana, en la cafetería que se encuentra en frente de la administración todos formulaban la misma pregunta. ¿Te ha tocado a ti? "Aquí iba a estar si me toca..." era la respuesta más repetida. "Si alguien de los habituales no viene a por su café ya identifico al premiado", bromeaba el camarero.

"Quince millones, ¡caray!, qué dolores. No he podido dormir de la impresión", repetía Santiago quien ve difícil saber quién selló en el barrio de El Llano su boleto. "Igual ni lo sabe y se lo decimos nosotros al llegar. Si lo saben, dudo mucho que lo vayan a decir. Si me tocara a mí no lo diría, aunque hay gente para todo", reconocía. Los dos hermanos coinciden en que tanta suerte repartida será buena para el negocio. "Todos los premios generan publicidad. En la historia de la lotería la repetición de los premios es muy común. Estamos encantados de la vida, es bueno para nosotros y para el centro comercial", comentaba Iñaki.

Hasta el lugar se desplazó Roberto Morales, delegado territorial de Loterías y Apuestas del Estado que portaba un cartel inmenso con la inscripción "Premio millonario vendido aquí". "Es el premio más importante que llevamos en Asturias. Siempre digo que para la población que tenemos, la proporción de premios es muy buena. Somos una provincia que tiene suerte", resaltó.

Y va a ser cierto: la probabilidad de que alguien acierte el Euromillón, según páginas web de apuestas, es de una frente a 116.531.800. Además de este premio hay que sumar a Gijón los 2,6 millones que dejó en las últimas semanas la bonoloto en la avenida de la Argentina y los 531.000 euros de la quiniela en Menéndez Pelayo. Un inicio de año cargado de millones para una ciudad afortunada que tenía su récord de premio en 1.046 millones de pesetas, repartidos en La Calzada en 2011. La mitad de lo ha dejado por el euromillones.

Se podría decir que este premio, al no haber bote, es pequeño en comparación con otros ganadores de euromillones. La ganacia más alta la ostenta un matrimonio británico de cuarenta años que en 2012 se embolsó 190 millones de euros. Es el más elevado de este sistema si bien al cambio en libras resultó mayor el obtenido por un matrimonio escocés en 2011 que logró 185 millones de euros. El precedente en España en esta disciplina recayó en una mujer mallorquina que recibió 126 millones de euros tras adquirir un boleto expedido en Madrid.