El presidente de la Empresa Municipal de Aguas, Esteban Aparicio, admitió ayer que el Ayuntamiento ha abierto ya las negociaciones para intentar que los vecinos y el Ministerio de Medio Ambiente lleguen a un acuerdo con el que desbloquear la situación de la entrada en funcionamiento de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) Este de Gijón después de que la pasada semana el Supremo anulara la aprobación del anteproyecto y el estudio de impacto ambiental de la obra. El concejal aseguró que "caben opciones" contra la ejecución de la sentencia que obliga a paralizar el proyecto -casi en fase de recepción por parte de los responsables del saneamiento gijonés- aunque no quiso enumerar esas posibilidades que evitarían la clausura de la instalación.

"Hemos mantenido contactos extraoficiales con el abogado de los vecinos que se oponen a la depuradora, Marcelino Abraira, y con la Confederación Hidrográfica del Norte. Hablando se entiende la gente, toca negociar", afirmó Aparicio. El concejal explicó que los juzgados de lo contencioso están obligados a proteger "el interés general". "No quiero aventurar cuál es ese interés general pero entre la demolición y que se pierdan los 40 millones de euros que van en el asunto y se produzca una catástrofe ambiental creo que tiene que haber algún tipo de solución", relató.

Aparicio afirmó que poco antes de que se pronunciara el Supremo la obra -que ya había recibido meses antes un varapalo de la Audiencia Nacional-, "estaba terminada y lista para ser entregada". "Comparto muchas de las cuestiones que dicen los vecinos pero entiendo que los fundamentos jurídicos de la sentencia del Supremo dejan lugar a la negociación", reflexionó el edil. Aparicio volvió a insistir, una vez más, en que en este caso "estamos ante un problema heredado" y afirmó que si no existe una solución adecuada que permita continuar el saneamiento "habrá que pedir responsabilidades".