Un año con menos delitos en general pero con un incremento significativo de los asaltos a viviendas. Es la ambivalencia que refleja la estadística de criminalidad que cada año hace pública el Ministerio del Interior, y que radiografía la situación del concejo en cuanto a la actividad policial. Según eso, en 2015 se registraron en el concejo 199 asaltos a viviendas, un 33,6 por ciento más que el año anterior. A pesar de todo la reducción que se vivió en las sustracciones de vehículos y en los atracos con violencia e intimidación -que se redujeron más de un 10 por ciento en ambos casos-, hacen que caiga ligeramente el cómputo total de la criminalidad. El Ministerio del Interior asegura que durante el año pasado se cometieron en Gijón 6.968 delitos y faltas, un 0,4 por ciento menos que el período anterior.
La preocupación por el incremento de los robos en viviendas era algo de lo que ya se venía advirtiendo desde la Comisaría. Los portavoces de las dependencias policiales de El Natahoyo pidieron el año pasado a los gijoneses que aumentaran la vigilancia para evitar los asaltos. La Policía desarrolló en 2015 tres operaciones para detener a ladrones especializados en desvalijar inmuebles. Los agentes aseguran que en el caso de las bandas especializadas los trabajos se complican como consecuencia de la "amplia movilidad geográfica" que tienen estos grupos. Se desplazan hacia sus "ciudades objetivo" sólo un día, roban en los pisos que han vigilado previamente y se van sin dejar rastro.
Una de las investigaciones más importantes del año pasado llevó a los agentes a desarticular una banda acusada de robar 30 inmuebles en toda Asturias. Los investigaciones definieron en su día a estos delincuentes como "muy profesionales". Los ladrones accedían a los pisos abriendo las puertas sin forzarlas. Los arrestos se produjeron en enero, apenas unos días antes de que "cayeran" otros ladrones -en este caso de origen georgiano-, acusados de asaltar otra treintena de viviendas en Gijón. En este caso los acusados escogían para actuar viviendas situadas cerca de vías de salida rápida que les garantizaba que no iban a ser perseguidos por los funcionarios de la Comisaría. Actuaban, además, en momentos del día en los que sabían que nadie se percataría del robo hasta horas después.
A pesar del importante aumento en lo que respecta a los robos en pisos, lo cierto es que el resto de delitos sigue reduciéndose. El año pasado los asaltos con violencia o intimidación se quedaron en 174, mientras que se registraron 17 robos menos de coches. En el capítulo de tráfico de drogas la Policía registró 39 infracciones, dos menos que el año anterior. Pocos detenidos pero más incautaciones. No en vano los funcionarios del grupo de Estupefacientes consiguieron el año pasado batir récords con 250 kilos de droga aprehendidos.
