Marcan la piel y aspiran a marcar también las conciencias. Un estudio de tatuadores de Gijón, La Pantera Tattoo, acaba de poner en marcha una iniciativa solidaria para recaudar fondos que irán destinados a colaborar en la atención a los niños refugiados de la guerra siria. Porque "se asocia el mundo del tatuaje a algo egoísta y un punto elitista, desde el punto de vista artístico, y nosotros somos simplemente unos currantes de lo nuestro que queremos ayudar", explica Natxo Suárez.
Padre de tres niños pequeños, "me pongo malo cada vez que salen en la tele informaciones de los niños de los conflictos, lo mal que lo pasan y lo mucho que tenemos aquí cuando ellos no tienen nada y tienen que dejar sus países". Así que ese coraje paterno lo ha llevado a discurrir la manera de ayudar a los pequeños que sufren las luchas de los mayores. "Como nos dedicamos a esto pensé que igual era buena idea ofrecer algo de lo que sabemos hacer", indica.
Y lo que ofrecen es su tiempo y su habilidad con el grafismo en piel. Entre todos los tatuadores de su estudio se han puesto de acuerdo para sacar adelante una curiosa iniciativa: tatuajes que salen a subasta y cuya recaudación repercutirá íntegra para la ayuda a los niños refugiados. "Todos estuvimos enseguida de acuerdo en que había que hacer algo y esta nos pareció una buena idea", sostiene Natxo.
Cada día de la semana los tatuadores del estudio, junto con varios colaboradores que se han sumado gustosos a la iniciativa, suben a las redes sociales (Facebook e Instagram) un diseño de su propia cosecha como propuesta de tatuaje. Los interesados disponen de una semana para pujar por la propuesta que más les guste, a partir de un precio preestablecido que ronda los 50 euros. Quien se haga con la creación se llevará un tatuaje y se dejará un dinero que irá dedicado en su totalidad a la organización "Save the children", "la que mejor nos pareció que podía cuadrarnos en lo que nos proponemos", razona el tatuador gijonés.
Los artistas ya tienen pensados los diseños, con un paquete de una veintena de tatoos que se irán desvelando en las próximas semanas para que los interesados puedan hacer sus pujas. Habrá de varios tamaños y modelos, más y menos coloridos, con motivos más masculinos y otros destinados al público femenino, de tal forma que "puedan gustar al mayor número posible de personas", señalan. Y si todo sale bien, esperan recaudar unos 2.000 euros que irán destinados en su integridad a echar una mano a los niños que lo han perdido todo por causa de las guerras. "Sólo queremos ayudar, se trata de personas y lo pasamos fatal viendo cómo los más pequeños sufren por algo que no han hecho", afirma Natxo Suárez con su equipo. Por ahora se centran en dar difusión a una iniciativa que nació y se mueve en la red, y que procurará alcanzar los gustos del público más amplio posible.
En pocos días contaban con más de un centenar de interesados en participar en la original subasta, y las colaboraciones de otros expertos tatuadores, incluso de fuera de Asturias, atraídos por lo singular de la apuesta solidaria, no dejan de llegar. "Es también una forma de remover conciencias, de sensibilizar", advierte Suárez desde su estudio gijonés.
Y por eso "animamos a todos los que estén pensando en hacerse un tatuaje a participar en esta iniciativa", recalca. De esta manera se llevarán la piel marcada y el alma un poco más sensible.
