Los socios del Centro Asturiano ya están acudiendo a las oficinas del Grupo Covadonga para obtener el carné grupista, una vez la directiva de la entidad de Las Mestas ha decidido admitir, de manera "cautelar" hasta que se solventen todos lo pleitos en torno a la fusión entre ambas entidades, a todos los integrantes del Centro Asturiano. Sin embargo, éstos no se quedarán ahí y reclamarán que el Grupo cumpla con todas las condiciones acordadas en 2005 en el pacto de fusión, luego trabado por recursos judiciales por la actual directiva del Grupo, reacia a que se ejecutase la fusión.
Y, entre ellas, recuerdan que el Grupo se había comprometido a invertir en las instalaciones de Mareo. "Queremos que se cumplan los acuerdos de 2005, en los que se incluían unas inversiones en las instalaciones de Mareo para poder adecuarlas a las actividades necesarias para el Grupo", señala Gabriel Pérez, portavoz de la plataforma de socios del Centro Asturiano, la primera que consiguió, a través de un proceso judicial, que el Grupo les admitiese.
Finalmente, la directiva grupista va asumir a todos los socios inscritos en el Centro Asturiano en el momento que se firmó la escritura pública de fusión, en junio de 2011, y que se encuentran a corriente de pago. Unos 1.700 según estiman, aunque en el momento en el que se firmó la escritura había registrados 2.682, pero de ellos eliminan los que fallecieron, se dieron de baja y dejaron de pagar la cuota.
Marco Antonio Tuñón, último presidente del Centro Asturiano, también se refiere a las inversiones en las instalaciones de Mareo comprometidas en los acuerdos iniciales de fusión, negociados con la directiva grupista anterior a la de Tamargo, presidida por Ángel Cuesta y proclive a la operación. "Cuando se hizo toda la negociación, la junta directiva de Cuesta había elaborado una maqueta con una serie de inversiones en Mareo. Esa maqueta está guardada y la vamos a sacar. Primero pedimos solucionar el tema de los trabajadores del Centro, que los asuma el Grupo. Y después instaremos a que abran las instalaciones de Mareo y acometan las obras a las que se comprometieron, que, según Tamargo, estaban cifradas en 1,2 millones de euros", señala Tuñón.
Tuñón muestra "satisfacción" por haber conseguido "tras muchos años" que el Grupo asuma a los socios del Centro Asturiano y, "en nombre de la directiva que presidí", dedica "este triunfo" a "una persona que estuvo hasta los últimos momentos de su vida peleando por esto: José Ramón Pumares, que fue secretario de actas".
Gabriel Pérez, por su parte, aclara que "la directiva del Grupo no está haciendo nada voluntariamente". Insiste, así, en que la admisión de socios del Centro se deriva de las sentencias ganadas por éstos. Asimismo, tanto él como Tuñón no creen que éstas sean revocadas por los tribunales en los recursos que quedan pendientes.
"Esta vez será la definitiva", asegura Tuñón. "Sería difícil que tumbase el Supremo seis procesos como los que tenemos abiertos, esto no tiene reversión", sentencia Pérez.
