Las notas negativas persisten en contaminación, según manifestó ayer la consejera de Medio Ambiente del Principado, Belén Fernández, en el área de Monteana, en las proximidades de Arcelor, donde ha habido una superación del número de días que permite la legislación. "Intensificaremos las medidas para que sean útiles para reconducir los valores de la estación y modificar la autorización ambiental". Todo ello en un plazo de cuatro meses. Fernández también hizo alusión al entorno portuario, donde se suman los problemas con las partículas sedimentables y en suspensión con las recientes nubes de carbón. "El Puerto está comprometido y trabajando en ello pero pretendemos establecer medidas adicionales como el apantallamiento de carbón en las instalaciones de Ebhisa y el cierre lateral de las instalaciones en El Musel. Con estas medidas queremos ganar eficacia y reconducir esos valores", resumió.

No obstante, Fernández sacó pecho por los datos de contaminación de 2015 que su departamento avanzó a primeros de año. "Las cifras relativas tanto a las concentraciones como a los días de superación son mejores que las de 2014 a pesar de que 2015 fue un año meteorológicamente adverso, lo que indica que las medidas adoptadas comienzan a dar sus frutos y avanzamos en la buena dirección", señaló.

Antes de su intervención, ayer, en el Comité de Coordinación y Seguimiento del Plan de Calidad del Aire de Gijón y tras ser recibida con silbidos por los vecinos que se concentraron a la puerta del edificio de la Empresa Municipal de Aguas (EMA), ejemplificó la mejoría con datos relativos a la estación de medición de la avenida de la Argentina. "La media anual de concentración de partículas fue de 28 microgramos en 2015, sensiblemente inferior a los 40 establecidos como límite en la legislación estatal y cinco puntos por debajo que las de 2014. También se ha reducido un 40% el número de días que se ha sobrepasado ese límite legal", aseguró.

Nube de polvo

Además restó importancia a la nube de polvo vista en Gijón el sábado 6 de febrero. "No son partículas peligrosas desde el punto de vista de la salud pero es verdad que son molestas y tienen un impacto en la ciudadanía ante el que no podemos quedar impasibles", reconoció.

La consejera quiso dejar claro el "rigor de las inspecciones sobre las empresas potencialmente contaminantes", en referencia a los siete expedientes sancionadores de los que cuatro están resueltos o con propuesta de resolución, y multas que suman 320.000 euros, dos de ellas a Arcelor, una a Alusigma y la cuarta a Lissan Coal.