El atracador acusado de asaltar cinco locales en Gijón en apenas cinco días dejando encerradas a sus víctimas aceptó ayer ante la sección octava de la Audiencia Provincial una condena de 26 años de prisión. El reo se mostró arrepentido y aseguró que había cometido los delitos para pagarse la droga que llevaba consumiendo desde los 17 años: heroína, cocaína, tranquilizantes y cannabis.

Los hechos que acaban de ser enjuiciados y que llevaron a la cárcel al reo tuvieron lugar a mediados de marzo de 2015. El atracador reconoció ayer que su particular carrera delictiva comenzó el día 17 a la una y media de la tarde en una panadería de la avenida de Portugal. El acusado amenazó a la dueña del negocio con un cuchillo, la obligó a meterse en el almacén y se apoderó de 30 euros en efectivo, un móvil, una cartera y joyas. "Me dejó dentro. Cerró con mis llaves y me dijo que si me movía tenía a un compinche enfrente que me iba a matar", relató ayer la víctima aún conmocionada por lo sucedido. "No ha podido volver a trabajar", reconoció su entorno.

No pasaron ni 24 horas cuando el ladrón volvió a actuar. Al día siguiente a las once de la mañana el hombre amenazó con una barra metálica a la dueña de un estanco de Cimadevilla. Se llevó 850 euros y dejó a la víctima encerrada en el local. La denunciante tuvo que desencajar la puerta para salir.

El día 19 de marzo J. S. I. asaltó una panadería de la calle Esproceda. Se llevó 70 euros de la caja. Al día siguiente, armado con un destornillador y cubriendo su cara con un pasamontañas, atracó una tienda de ropa en Manuel Llaneza. No consiguió llevarse botín alguno pero agredió a la dependienta del negocio. El día 21 de marzo a las once de la mañana el delincuente se llevó 600 euros y dos botellas de alcohol de una sidrería de la calle Arroyo.