El empresario francés que puja por hacerse con la factoría de Tenneco en Gijón está evaluando la posibilidad de reflotar Gijón Fabril. La compañía francesa no es la única que se ha interesado por la fábrica de moldes para la industria del vidrio: también la firma gijonesa Esnova estudia hacerse con ella.

Así lo aseguraron ayer fuentes sindicales tras mantener una reunión con el director general de Industria, Luis Ángel Colunga. El Principado está haciendo gestiones para intentar que algún inversor adquiera los bienes de la factoría gijonesa, en proceso de liquidación, y mantenga el empleo de sus 48 trabajadores. Colunga acompañó a directivos de la empresa francesa y de la gijonesa en sendas visitas a Gijón Fabril. Los últimos en acudir fueron los franceses, el pasado miércoles.

Las mismas fuentes señalan que la decisión de compra de la empresa, de tomarse se tomaría antes del mes de abril.

Al parecer, el empresario francés se interesó por Gijón Fabril después de que trabajadores y prejubilados de Tenneco acudieran a la factoría de Porceyo el pasado 23 de enero para solidarizarse con los trabajadores de la fábrica de moldes, según las fuentes consultadas.

Esta empresa francesa es una de las dos finalistas en el proceso abierto por Tenneco Automotive para vender la fábrica de amortiguadores del Alto de Pumarín, junto al fondo inversor navarro UP Capital. Los franceses pretenden diversificar la producción de Tenneco, fabricando lavadoras y pequeños electrodomésticos y, de hacerse con esa fábrica, prevén aumentar la plantilla en 30 trabajadores. En el caso de Gijón Fabril, los franceses también quieren abrir el abanico de productos, no limitándose a los moldes para botellas y tarros de vidrio, que han constituido el grueso de la producción de Gijón Fabril desde siempre. Los franceses pretenden realizar otro tipo de piezas de mecanizado de precisión. De hacerlo, no sería la primera ocasión en que se fabricaran piezas en Gijón Fabril. La factoría de Porceyo, por ejemplo, ya hizo en el pasado trabajos de ese tipo para Tenneco.

A la espera de que se sustancie la compra de la fábrica por alguna de estas empresas, los trabajadores están pendientes de si la multinacional Verallia (su principal cliente hasta que a finales del año pasado la vendió Saint Gobain) les hace algún pedido que evite el despido de los 48 empleados en el plazo de siete a diez días. Ese es el tiempo que la plantilla considera que tardará en concluir la obra que aún tienen en la factoría. La situación es acuciante. Algunos de los trabajadores, los que se encargan de las primeras fases de la producción de los moldes metálicos, ya se han quedado sin tarea y han pasado a dedicarse a tareas de mantenimiento en los últimos días.

Si la fábrica gijonesa se queda sin trabajo, el administrador concursal pondrá en marcha el ERE de extinción de los contratos de todos los trabajadores de la empresa. Los obreros solicitaron ayuda al Ayuntamiento para la labor comercial. Un técnico del Centro Municipal de Empresas les acompañará si van a pedir obra.