La Policía Nacional de Gijón ha abierto una investigación con la que los agentes de la Comisaría de El Natahoyo pretenden identificar a la mujer que el pasado jueves llamó desde una cabina pública al 091 alertando de que había puesto una bomba en las escaleras de un edificio situado en la calle Santa Elena. La comunicación obligó a desplazar hasta la zona centro a los agentes expertos en localización y desactivación de artefactos explosivos.

Por seguridad los funcionarios policiales cortaron durante más de dos horas la calle generando numerosas molestias tanto para los vecinos como para los comercios de la citada calle Santa Elena. El objetivo ahora es detener y llevar ante el juez a la autora de la llamada.