Una vez que concluya la ampliación del Hospital de Cabueñes -cuyos trabajos comenzarán a principios del próximo año-, el centro gijonés contará con cuatro quirófanos inteligentes en los que, tal y como destacó ayer el consejero de Sanidad Francisco del Busto, "la vida del cirujano estará íntegramente dedicada al paciente con conexiones directas con todos los sistemas informáticos sin que el profesional tenga que moverse de la mesa". Las instalaciones serán similares a las que ya funcionan en el Hospital Universitario Central. Así lo destacó ayer el responsable regional tras reunirse en el Ayuntamiento con la Alcaldesa de Gijón Carmen Moriyón.

El titular de la cartera sanitaria afirmó que la intención del ejecutivo asturiano pasa por "licitar inmediatamente el proyecto básico para acabarlo antes de que finalice el año y empezar las obras en 2017". Para ello la consejería precisa del apoyo del Ayuntamiento. Una ayuda que, a juzgar por las palabras de Del Busto, no va a faltar. "Este es un trabajo conjunto en el que hay que involucrar tanto el Plan de Movilidad como el Plan General de Ordenación", afirmó el consejero, agradeciendo el "compromiso claro" expresado ayer por la alcaldesa "para que no haya problemas con los acuerdos con las fincas necesarias para la ampliación". "Hay parcelas de particulares con los que ya se está hablando así que no tendremos problemas", relató Del Busto. El proyecto del hospital se dividirá en dos fases. La primera consistirá en la construcción de un edificio de 15.000 metros cuadrados cuya puesta en funcionamiento costará poco más de tres años y en el que se concentrarán el bloque quirúrgico, las unidades de críticos, las urgencias, las consultas externas y otros servicios.