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Cuatro talentos con una misión

Una diseñadora ecológica que pasó de "hippie a cool", un profesor que vivió la cara más dura de los "Erasmus" y un discapacitado experto en motivación dan testimonio de proyección en la jornada gijonesa de "ideas que inspiran"

Cuatro talentos con una misión

Cuando tenía 19 años el ovetense Eduardo Llano vivió una experiencia dramática que le cambió la vida. Un accidente de tráfico provocado por un conductor que chocó contra él después de saltarse un semáforo en rojo llevó a este deportista asturiano a permanecer 27 días en coma. Necesitó acudir ocho meses a rehabilitación. Durante su ingreso hospitalario Llano asegura que "no sabía si iba a poder ser autónomo el resto de mi vida, me di cuenta de que a veces todo cambia en un segundo". Desde que acabó su rehabilitación este joven se fijó un nuevo lema en la vida: que nada es imposible. Pero justo cuando pensaba que ya lo había aprendido todo otra experiencia, en esta ocasión un agradecimiento, volvió a cambiarle la forma de pensar.

"Hace años ayudé a un grupo de ciegos a conducir. Estaban en un circuito, iban despacio y se guiaban por mi voz. Uno de ellos me dijo que había sido la mejor experiencia que había tenido en los últimos ocho años y eso me hizo ver que lo mejor que me podía pasar era sentir el agradecimiento de los demás, hacer feliz a alguien", relató ayer Llano. Desde entonces el ovetense dedica su vida a pensar qué puede hacer por los demás. Y a mostrar cómo el agradecimiento de amigos, conocidos y familiares puede llenar por dentro a cualquiera. Eso precisamente, mostrar su modo de actuar, fue lo que hizo ayer el ovetense en el TEDx de Gijón, una jornada participativa que nació en Canadá y tiene réplicas en todo el mundo -en Gijón se lleva repitiendo tres años- en la que una docena de ponentes intentaron servir de inspiración para los demás con sus "ideas que merecen la pena" dar a conocer. La jornada de ayer estaba organizada en torno al importancia de la "Palabra". Hubo hasta juegos con los que los asistentes pudieron darse cuenta de la importancia del lenguaje.

Y es que pasearse por el TEDx es, inevitablemente, sumar historias de superación personal. Por eso no es de extrañar que durante la tarde más de 200 personas se dieran cita en el recinto ferial de la ciudad para escuchar otros modos de pensar y de actuar. Modos como el de Llano o el de la diseñadora ecológica Tati Guimarães, una vecina de Barcelona de origen brasileño que ha conseguido hacer de su profesión su modo de vida y que defiende poner emoción "en cada cosa que hagas".

"Yo primero fui una hippie y ahora soy cool", reconocía ayer entre risas poco antes de ofrecer su ponencia. "Mi trayectoria personal me llevó al trabajo. Era ecologista y me hice diseñadora de productos sostenibles. Hoy me gustaría poder romper los perjuicios que hay con la sostenibilidad. Desde joven creo que tengo una misión y la llevo a mi trabajo", aseguró la brasileña haciendo hincapié en que disfrutar trabajando es "casi como vivir del cuento". "La sostenibilidad va más allá del reciclaje y eso es lo que aún no sabemos ver", argumentó. Para Guimarães la sociedad debe cambiar el modo de trabajar. Y el de educar. Al menos en eso insistió otro de los ponentes del TEDx gijonés. Yván Pozuelo, profesor de francés de la Universidad Laboral vivió dos décadas como "inmigrante" en Francia. "Vivía en 12 metros cuadrados, era casi un Erasmus", relató. Esa fue, para él, la experiencia que le cambió la vida. La que le demostró que los estudiantes necesitan "moverse". "Hay que hacer una enseñanza colaborativa y participativa con intercambios dentro y fuera del país. Cuando yo regresé a Gijón me di cuenta de que la experiencia del extranjero se puede hacer de una forma más cómoda de lo que la hice yo", recordó el docente reconociendo que "esta práctica del intercambio no es nada novedosa pero sigue muy presente".

Para los ponentes del TEDx que ayer expusieron su experiencia vital en Gijón en una jornada organizada por Marián García y Ramón Rubio, nada parecía imposible. Ni tan siquiera los retos artísticos. "Todo el mundo puede saber dibujar. Al final escribir es dibujar letras y todos sabemos hacerlo. Tenemos que quitarnos trabas", enfatizó durante su charla la profesora de pintura Cati Del Miro. Para ella el TEDx era, además de una oportunidad, un reto personal. "Tengo miedo escénico, me da pudor hablar en público", reconoció.

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