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A debate el nuevo modelo urbanístico para la ciudad

Gijón se centra en El Natahoyo

El desarrollo del plan de vías y la regeneración de su fachada marítima avalan la conversión del barrio industrial en el "centro funcional" de servicios urbanos

Gijón se centra en El Natahoyo

Los amigos de jugar con las edades dicen desde hace tiempo que los cuarenta son los nuevos treinta y los amantes de las series de televisión ya descubrieron que el naranja es el nuevo negro. Los redactores del revisado Plan General de Ordenación (PGO) hacen una aportación de futuro sobre esta línea de reflexión: El Natahoyo será el nuevo centro de Gijón. Un centro residencial pero, sobre todo, un centro de servicios. Una propuesta que ya venía perfilada en el planeamiento de 2011 que acabó anulado en los tribunales de justicia. Desde entonces todas las miradas se habían desplazado hacia esa zona como en décadas anteriores, por ejemplo, hacia El Llano.

Ese protagonismo central de El Natahoyo en el diseño del futuro de Gijón tiene que ver con la confluencia en su territorio de dos acciones singulares. Por un lado, el ya proyectado, polémico y complejo plan de vías que genera una importante liberación de suelo, la construcción de decenas de pisos y el impulso de nuevos equipamientos en la zona y, por otro, la renovación de la fachada marítima entre las playas de Poniente y El Arbeyal con usos compartidos de todo tipo. "El PGO centra su atención en el impulso y extensión del centro urbano hacia El Natahoyo como espacio especializado en servicios, más allá de continuar su apertura hacia el mar", sentencian los urbanistas en el documento de aprobación inicial.

Aunque no todo es a lo grande en El Natahoyo. El plan también da cabida en esa zona a operaciones de menor envergadura pero que ayudan a sumar en favor de esa nueva imagen para un ámbito donde llevan años conviviendo espacios industriales en decadencia con acciones residenciales que atraen a nuevos vecinos. Un ejemplo de esas operaciones de pequeñas escala es el área de planeamiento denominada Natahoyo 4 -entre Travesía del Mar y el Hogar de San José- donde se habla de una operación sobre un ámbito de 10.185 metros cuadrados que "facilita transformar un espacio degradado permeable y de transición entre la avenida de Galicia y el nuevo frente costero" y la construcción de 114 viviendas en bloques abiertos.

Los redactores del plan entienden que Gijón tiene en El Natahoyo "una oportunidad extraordinaria de ampliar el tamaño del centro de la ciudad y diseñar espacios productivos muy bien localizados". De hecho, se asume en la memoria informativa del documento de aprobación inicial que ese desplazamiento hacia el oeste del "centro funcional" de Gijón ya empezó hace tiempo. ¿Ejemplos? La ubicación de la comisaría de la Policía Nacional, el espacio de los juzgados aunque haya saltado de la avenida de Juan Carlos I al entorno de Sanz Crespo o el acuario de Poniente. Sin olvidarse de piezas que quedan a mitad de camino como el balneario o el Museo del Ferrocarril. O de las que se esperan, sobre todo la gran estación intermodal en cualquiera de las ubicaciones que se han venido discutiendo.

Los impulsores del nuevo plan consideran que El Natahoyo tiene capacidad para todo y para todos. Y así lo explican: "La dimensión de esta área de la ciudad permite albergar zonas productivas y residenciales junto con espacios públicos de esparcimiento. Las oportunidades para este espacio están muy vinculadas a los servicios jurídicos, económicos y médicos. También a actividades comerciales y turísticas. Desde luego es un espacio de alto valor residencial dentro del que pueden programarse edificios pensados para una población envejecida dando prioridad a proyectos de centros sociales y residenciales, centros de día, apartamentos para mayores o residencias".

A día de hoy -y ello ha sido motivo de amplio debate político en esta fase de la tramitación- el problema es conjugar esas expectativas de futuro sin perder las bondades que ofrece el presente. No hay que olvidar que ahora mismo en ese suelo con vistas al mar que se quiere recuperar como espacio de esparcimiento público y ubicación de servicios hay una actividad económica importante. Sobre todo aquella que está vinculada al "Tallerón" de Duro Felguera y al astillero Juliana-Armón. Dos puntales básicos para la economía y el empleo de un Gijón que no anda sobrado de empresas y sí de parados. El PSOE entiende que eliminar la consideración de industrial de ese suelo es una puerta abierta a la marcha de esas empresas y la especulación del suelo. El resto de los grupos no ven ese peligro como inminente al reivindicar la voluntad política de que la prioridad es mantener la actividad empresarial mientras se pueda. Sí que se optó en la última comisión de Urbanismo por eliminar las referencias a usos residenciales en esa franja costera. También en respuesta a una voluntad política evidenciada pero no reflejada en las fichas urbanísticas.

La actuación marítima se refleja en tres fichas del PGO: Naval Gijón con 60.495 metros cuadrados (41.000 a construir), Juliana-Armón con 119.114 metros cuadrados (60.000 a construir) y el Tallerón con 72.268 metros cuadrados (36.000 a construir). Todos vinculados a una estrategia común y vertebrados en la nueva avenida de El Natahoyo.

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