Las estadísticas dicen que sólo un 5% de la población gijonesa vive en la zona rural. Y cierto es que en algunos pueblos de las 25 parroquias de Gijón tienen menos vecinos que un bloque de pisos de los populosos barrios del casco urbano. Sin embargo, desde el Plan General de Ordenación (PGO) se mira con lupa la zona. Por razones técnicas, ya que es allí donde está la mayor parte del suelo del concejo, pero también por razones políticas. Aún está vivo el recuerdo de las "marchas verdes" que movilizaron a esa parte de la población local en contra de los planeamientos urbanísticos anteriores. Los rescoldos de aquellas movilizaciones callejeras han marcado el diseño de este planeamiento urbanístico impulsado desde la Casa Consistorial por Foro Asturias. Primero con la decisión tomada ya en el documento de prioridades elaborado hace más de un año de eliminar los urbanizables de Castiello, Granda y Porceyo -aunque con ajustes se mantiene el de Cabueñes para malestar de los vecinos- y ahora con el planteamiento de limitar a 1.795 viviendas la capacidad de crecimiento de los 152 núcleos rurales. De esas nuevas viviendas, aseguran los redactores del actual Plan, sólo 418 se les pueden computar. El resto son crecimientos que ya vienen recogidos en el planeamiento en vigor, el de 1999. De todas maneras el computo inicial de viviendas a construir se fija en el estudio en 1.044. Es el punto de partida.
La idea de partida de este planeamiento para los núcleos rurales era favorecer pequeñas operaciones de carácter familiar que ayudara a fijar pob lación y para ello se optó por rebajar de los 2.000 metros cuadrados la parcela mímina a efectos de segregación, y ampliar a 300 metros cuadrados la superficie máxima de la vivienda. El estudio sobre el medio rural que se integra en el documento de aprobación inicial fija la definición de núcleo rural como "aquella área del SNU (suelo no urbanizable) en la que se asienta una entidad de población, y que por sus características, funcionalidad, morfología y forma de implantación sobre el territorio no sea susceptible de ser considerada, al menos de momento, como urbana". A partir de aquí se generan tres tipos de núcleos rurales.
Núcleos Rurales Tipo 1 (NR1). La definición de los técnicos es que son "entidades que acumulan rasgos de la periferia urbana de Gijón en las que la función agraria tradicional ha perdido buena parte de su importancia, debido al asentamiento de residentes que o bien resultaron "expulsados" de la ciudad o bien fueron atraídos por el paisaje rural, las buenas comunicaciones y la calidad ambiental, entre otras razones". Este tipo de núcleos suelen estar integrados en los denominados suelos de interés agro-periurbano. Aquí la superficie mínima de parcelación son 1.500 metros cuadrados con un máximo de seis parcelas resultantes.
Núcleos Rurales Tipo 2 (NR2). Para estos el planteamiento es que son "entidades que conservan al menos en parte su función agraria, generalmente como consecuencia de su posición con respecto a la ciudad, a las principales infraestructuras de transporte privado y a la disponibilidad de terrenos con capacidad agrológica alta o media". Se entiende, pues, que son núcleos poco afectados por el proceso urbanizador y que resulta estratégico preservar su suelo productivo agrario. Por lo común están integrados en los SNU de interés agro-forestal. La superficie de parcelación es de 1.700 metros cuadrados con un máximo de tres parcelas.
Núcleos Rurales Tipo 3 (NR3). A causa del envejecimiento de su población o el despoblamiento de la zona o la falta de calidad ambiental o infraestructuras se trata de núcleos rurales que, según se les define en el Plan, "aunque conservando su carácter tradicional han ido mermando en lo que a riqueza de usos y actividades se refiere y, por tanto, en población". En estos no se puede parcelar.
Además el documento habla de otros dos elementos a tener en cuenta en ese ámbito rural: la quintana tradicional y el área de poblamiento tradicional asturiano.
