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La hemodiálisis tiene un coste medio por paciente al año de 40.000 euros

Sanidad va a crear un grupo de trabajo con expertos para abordar el crecimiento de la demanda de tratamientos renales sustitutivos

Equipos de la última unidad de hemodiálisis abierta en Asturias, en el cuarto trimestre del pasado año, la del Hospital de Mieres. SILVEIRA

La hemodiálisis está en el punto de mira de la sanidad asturiana y de la agenda política, como ocurrió esta semana en la Junta General del Principado. Sobre todo en el área V, por el crecimiento de la demanda asistencial de pacientes. Pero seguro que también interesa el coste económico que lleva aparejada, que está estimado en unos 40.000 euros por paciente al año en los centros públicos, y unos 34.000 euros en centros concertados según un estudio multicéntrico realizado en España. La "indudable repercusión social" de la que hablan los autores del estudio nacional tiene que ver con que "existen más de 19.000 pacientes en hemodiálisis en España y su coste representa el 1% del gasto sanitario, mientras que ese volumen de pacientes supone solo el 0,043% de la población".

El gerente del Sespa, José Manuel Riera, advertía hace días en Gijón que está previsto organizar un grupo de trabajo regional en el que se prevé contar con los mejores especialistas para que ayuden a las autoridades sanitarias asturianas a enfocar de una forma sostenible y que garantice la calidad y la accesibilidad, para la toma de decisiones en torno a la insuficencia renal crónica.

En la actualidad, según la información del Sespa, en Asturias hay unos 529 pacientes que necesitan recurrir a la hemodiálisis para eliminar tanto toxinas como agua cuando los riñones no funcionan, de ahí que se la identifique como uno de los tratamientos sustitutivos de la función renal. A finales de 2013 el censo de esos pacientes en Asturias era de 430 personas. El incremento general lo tienen bien registrado en el hospital de la Cruz Roja de Gijón, donde desde hace años tienen una unidad con 10 puestos (de las 109 máquinas que hay en la región) para la hemodiálisis. Los tres turnos habituales con los que se manejaba el funcionamiento de la unidad tuvieron que pasar a final del pasado año a cuatro para atender la demanda de 80 enfermos renales, debido al crecimiento del 12%. El cuarto turno, el que hizo saltar las alarmas de las asociaciones de pacientes y el sistema, implicia que haya quien entra a las doce de la noche a dializarse al hospital de la calle Uría y sale en torno a las cinco de la madrugada.

Como decisión rápida de las autoridades para salir al paso del aumento de pacientes en Gijón se ha dado el visto bueno a que Cruz Roja amplíe su unidad con cinco puestos -si al centro concertado le cuadran las cuentas- y a que cree unidad propia el hospital de Jove -donde también están haciendo números-. Y por esos números, precisamente, preguntaron en la Junta los diputados de Podemos el jueves. Y es que este grupo político tiene entre sus prioridades que la sanidad pública no alimente el crecimiento de los centros concertados. El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, garantizó en la Junta el interés por abordar de la mejor forma el crecimiento de la demanda de hemodiálisis, y en Gijón según indicó ahora mismo es inviable aumentar la unidad de Cabueñes por falta de espacio para el crecimiento y también porque una obra obligaría a parar la actividad que se presta ahora a los pacientes, algo que es imposible. De ahí que se vaya a recurrir a los centros concertados. No citó el estudio de costes nacional, pero ese estudio de 2011 dice que en los centros públicos el gasto asociado a la hemodiálisis oscila entre 42.547 euros y 39.289 euros por paciente al año; a los concertados las cuentas les salen algo mejores "por una optimización más eficiente de los recursos humanos", se indica. Ahí la media oscila entre 32.872 euros y 35.461 euros.

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