La dueña de un club de alterne situado en la carretera que une Gijón y Avilés se sentará en marzo en el banquillo de los acusados de la sección octava de la Audiencia Provincial como responsable de un delito contra los derechos de los trabajadores. La Fiscalía pide que la empresaria sea condenada a un año y medio de cárcel por explotar a diez mujeres que presuntamente estaban trabajando para ella sin contrato.

La Guardia Civil y la Policía inspeccionaron el negocio de la hostelera hace poco menos de tres años: a las diez y media de la noche del día 20 de febrero de 2013. El representante del ministerio público asegura que los agentes comprobaron durante su investigación que la mujer tenía empleadas a una decena de mujeres de nacionalidad extranjera -rumanas, brasileñas, dominicanas y paraguayas-, de las que seis estaban trabajando sin haber sido dadas de alta en la Seguridad Social. Cuatro de las chicas se encontraban además en situación de residencia irregular en España sin permiso de trabajo.