La incorporación en diciembre de un radiólogo más, y la entrada en funcionamiento de un nuevo ecógrafo ya tienen su efecto claro en las demoras de pruebas diagnósticas en Cabueñes. Tal como había advertido la gerencia del centro sanitario gijonés, el refuerzo que tuvo lugar a final de año ha posibilitado que el mes de enero haya cerrado con una significativa reducción de la lista de espera de pacientes pendientes de una ecografía. Una bolsa que, como se recordará, adquirió tamaño preocupante con más de 5.500 citas pendientes a finales de año en Cabueñes, y que ahora está en 4.756 pacientes, casi 800 menos de los que había.

Y lo importante, sobre todo, es que ha permitido que se invierta la tendencia siempre al alza en los últimos meses, que evidenciaba que la entrada de citas superaba con creces la capacidad resolutiva del servicio.

Ese dato, el de las lista de espera para hacerse una ecografía, es uno de los más destacados en el resumen final del mes que ha hecho público el Sespa, cumpliendo con su compromiso de dar visibilidad en todo momento a la situación de las demoras tanto quirúrgicas como de consultas y pruebas diagnósticas. El cierre del mes de enero en cuanto a pruebas también refleja una reducción en la bolsa de resonancias pendientes, que ahora está en 1.696. Por lo que respecta a colonoscopias, mamografías y TAC, la situación es muy similar al cierre de 2015 con un ligero incremento.

Por lo que respecta a la demora para operarse, la evolución del hospital en el mes de enero no supone grandes avances respecto a la registrada un mes antes. Consolida la tendencia de Cabueñes de alejarse de los 4.000 pacientes globales que están pendientes de una operación -una cifra que se ha convertido casi en una línea roja del hospital- pero aún está lejos de los mejores momentos en el centro, antes de la huelga sanitaria, con poco más de 3.000 enfermos en lista de espera. En la actualidad son 3.749 los enfermos que esperan ser operados, y hay una bolsa de 149 enfermos que tienen demoras de más de año y medio.