Jesús María Menéndez, más conocido como el Padre Chus, exigirá en los próximos días a la Congregación para la Doctrina de la Fé del Vaticano la devolución del estado clerical del que fue expulsado en febrero del año pasado tras varios meses de suspensión cautelar de sus funciones y después de que se registraran en los Juzgados de Gijón dos denuncias en las que se le acusaba de abuso de menores. Una vez que se han archivado las causas penales, el que fuera párroco de Castiello de la Marina o Tazones (en Villaviciosa), considera que no existen razones para que le mantengan apartado del sacerdocio.

El Juzgado de instrucción número 4 de la ciudad, al frente del cual se encuentra la magistrada Ana López Pandiella, tomó declaración la pasada semana a Menéndez. "Fui tranquilo como todas las veces que tuve que presentarme ante un tribunal por temas míos o de otros", recordó ayer el Padre Chus. Después de escuchar lo que tenía que decir Menéndez, la juez optó por archivar la querella interpuesta por una mujer ecuatoriana que había señalado al cura como autor de los abusos que supuestamente habían sufrido sus hijos, dos gemelos que en el momento de los hechos tenían 17 años. La magistrada aseguró que no había pruebas del delito. No es la primera vez que el expárroco vive una situación similar. A principios del año pasado los Juzgados archivaron una primera denuncia por abusos que se había interpuesto contra él.

La Santa Sede retiró de forma "irrevocable" el estado clerical al Padre Chus el año pasado. El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, aseguró entonces que había pruebas contundentes contra Menéndez. "Se atrevió a juzgar antes de que lo hicieran los jueces. Esto es un caso inédito en el mundo. El derecho canónico tiene que actuar una vez que lo ha hecho la justicia de cada país y aquí esa regla de oro de la Iglesia no se ha respetado", sentenció ayer el Padre Chus justificando de esta manera su voluntad de acudir a la Congregación para la Doctrina de la Fe.

El expárroco contó que a lo largo de todo el procedimiento judicial "estuve siempre muy tranquilo, sabía que la justicia tenía la última palabra y que los argumentos que habían dado contra mí eran totalmente peregrinos". "A los que somos famosos como la Pantoja y yo nos pasa siempre lo mismo, que nos condenan antes de que salga sentencia", ironizó el exsacerdote.

Jesús María Menéndez ya tuvo en su día un pleito judicial derivado de la decisión vaticana. La expulsión de su puesto como profesor de Religión en varios institutos de la ciudad hizo que el Padre Chus demandara al Arzobispado. El Juzgado declaró improcedente el despido y Menéndez -que por aquel entonces ya había llegado a la edad de jubilación-, decidió retirarse. "El Arzobispo pensó que iba a acabar conmigo y que me iban a olvidar pero hay muchos que me apoyan", sentencia ahora.