El documento de aprobación inicial del Plan General de Ordenación que esta tarde llega al Pleno para su votación da carpetazo a los urbanizables de Castiello, Granda y Porceyo y reordena los usos -aunque sin conseguir con ello satisfacer a los vecinos- del polémico urbanizable de Cabueñes. Pero, ¿qué pasa con el urbanizable del Infanzón que también estaba en el debate? Pues curiosamente esta operación residencial para desarrollar vivienda unifamiliar en terrenos de Somió no sólo se mantiene sino que crece. Y en ese crecimiento tiene que ver incorporar parte del suelo vinculado a la emblemática Quinta Bauer, que lleva el nombre del banquero alemán que mandó construirla a principios del siglo pasado. La finca pasaría luego a manos de la familia Figaredo.
El estudio de la evolución en el tiempo de la ficha del Infanzón -un conjunto de suelos situados a ambos lados de un tramo de 1.300 metros de la carretera de La Providencia al Infanzón- demuestra que sobre un incremento de la superficie del ámbito y de su capacidad de acogida de viviendas entre el planeamiento de 2011 y el borrador del nuevo Plan General presentado a los grupos de la oposición a mediados del año pasado se ha sumado otro nuevo incremento decidido en los últimos meses y concretado por los redactores del planeamiento en el documento final.
El Plan General de Ordenación de 2011 -tumbado en los tribunales de manera definitiva hace unos meses- fijaba para el urbanizable del Infanzón una superficie de 656.728 metros cuadrados y una previsión de construcción de 370 viviendas. El borrador del documento de aprobación inicial del revisado Plan General de Ordenación elevó en mayo del año pasado el ámbito a 677.435 metros cuadrados y las viviendas a 376, seis más que cuatro años antes. Este es el texto que durante meses estuvieron analizando los seis grupos municipales en una comisión especial sobre el nuevo Plan General de Ordenación.
Pero el documento definitivo presentado hace poco más de una semana por el gobierno de Foro a la oposición y que hoy se lleva a Pleno aumenta esas dos cifras a 689.171 metros cuadrados y 414 viviendas. Al final 32.443 metros cuadrados más y 44 casas más que en el diseño inicial del urbanizable del Infanzón. Y eso que en la previsión de algunos de los grupos de la oposición estaba eliminar de cuajo esta operación de vivienda.
El cambio sustancial que avala la ampliación del Infanzón es la incorporación de 8.698 metros cuadrados del ámbito denominado Finca Bauer-Villa Concepción. Una finca incluida en el Catálogo Urbanístico de Gijón para garantizar la protección de su jardín.
La finca Bauer tenía en el borrador del documento de aprobación inicial una superficie de 60.618 metros cuadrados y ahora tiene 51.920 metros cuadrados con una edificabilidad de 6.547 metros cuadrados: 2.520 en vivienda unifamiliar y 4.027 en servicios terciarios. Pese a la rebaja en la superficie del ámbito se mantiene el mismo derecho a construir con lo que la edificabilidad sube del 0,11 al 0,13 metro cuadrado por metro cuadrado. El objetivo de su desarrollo, y así se indica en la ficha urbanística, es "atraer actividad terciaria a Somió compatibilizando la conservación de la edificación y jardín protegidos de la finca Villa Concepción con la implantación de uso hotelero". En este ámbito la edificabilidad residencial sólo podrá ser materializada en la parte sur, fuera del jardín catalogado.
Este cambio está siendo estos días motivo de polémica técnica y política. En el primero caso al afectar a un espacio verde que por su catalogación no es segregable. Y en el segundo por la mejora que el cambio aporta a los propietarios de la finca. A partir de una hipótesis de trabajo, a ese suelo procedente de la finca Bauer le corresponderían unas 28 viviendas, ya fueran chalets unifamiliares o pareados, que a un precio medio de 400.000 euros llegarían a sumar un valor de 11,2 millones.
