"La casa tenía unas condiciones pésimas y mucha suciedad". Los policías que intervinieron la noche del 2 a 3 de mayo de 2015 en la vivienda de la calle Ceriñola, donde dos niños de cinco y siete años se encontraban solos y entre basura, resaltaron ayer las condiciones de "insalubridad" en la que se encontraba la vivienda, durante la vista oral a la que no se presentó la madre de los pequeños, acusada de un delito de abandono temporal de menores del artículo 230 del Código Penal.

Los policías también relataron que la madre llegó a los tres cuartos de hora de su intervención en el piso y que alegó que "venía con una amiga de la Campa Torres y que había ido a comprar tabaco". Según los agentes, la niña les abrió la puerta y "nos pidió disculpas por cómo se encontraba la casa de sucia y desordenada ". Una vez dentro se encontraron "al niño durmiendo desnudo en el sofá" e incidieron en que la vivienda se encontraba en "un estado demencial".

La Fiscalía mantuvo la solicitud de un año de prisión para la madre de inhabilitación para patria potestad durante cuatro años. Mientras que el abogado de la defensa pidió la pena mínima, con solo nueve meses de prisión.

Los niños se encuentran tutelados en un centro de menores. La madre, según la investigación policial, podría padecer un problema de adicción a varias sustancias, mientras que el abuelo materno de los pequeños rechazó hacerse cargo de los pequeños alegando problemas de alcoholismo y una minusvalía.

Fueron los vecinos los que alertaron a la policía señalando que una niña estaba arrojando objetos por la ventana de un piso y que salían "fuertes olores" de una casa que contaba con unas "condiciones higiénicas y desalubridad que daban pena".

Ausente en el juicio

El abogado de la defensa, Adolfo Venta, incidió en que se con este caso se había destado "una alarma ficticia". "Que los niños estén solos causa cierto riesgo y desorden. Es una alarma un poco infundada, porque no existe una situación tan de riesgo como se hace ver", comentó Venta, que se refirió también al hecho de que los menores estuviesen solos con un perro de raza pitbull: "El perro no se come a los niños; es su defensor".

Además reconoció que ve difícil la libre absolución de la madre y que no comprende los motivos por los que no se presentó al juicio junto a su testigo, la amiga con la que supuestamente se encontraba en el momento de los hechos. Aunque recalcó que "no era obligada su presencia por la extensión de la pena que se solicitaba", por lo que la fiscal no considero necesaria la suspensión del juicio.