Nueve horas fue lo que se prolongó el corte de tráfico de las salidas de la ciudad hacia la autopista "Y" provocado el martes por la tarde por una fuga en el depósito de un camión cisterna que transportaba cloruro férrico. La circulación no quedó restablecida hasta las cuatro de la madrugada de ayer. El Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) desactivó el Plan de Mercancías Peligrosas a la una de la tarde, después de que los funcionarios comprobaran a mediodía que ya no quedaban restos del líquido corrosivo en los arcenes.

La fuga en el depósito de la cisterna -detectada por el conductor del camión-, tuvo lugar poco antes de las siete de la tarde cuando el transportista se encontraba circulando por la A8 a la altura de Tremañes. La Policía se vio obligada a desviar a los conductores por la carretera AS-19 desde Tremañes hasta Tabaza, en donde ya se podía retomar el recorrido habitual por autovía. Estos cambios provocaron importantes atascos. Los trabajos para limpiar la calzada del cloruro férrico derramado -un material utilizado normalmente para el tratamiento de aguas en plantas depuradoras-, comenzaron en cuanto el transportista alertó de lo sucedido. "Vio que el camión perdía parte del líquido y paró en cuanto pudo para no generar problemas", explicó ayer uno de los encargados del departamento de seguridad de la empresa que transportaba la mercancía peligrosa desde Cantabria hasta Coruña. Mientras la Policía Local advertía de lo sucedido en zonas como la ronda exterior o la glorieta de la avenida de Portugal, la empresa mandó a la zona un segundo camión cisterna vacío para recoger el cloruro.

"Había otro vehículo en Asturias y llegó a Tremañes en 15 minutos", explicó ayer un portavoz de la firma cántabra. El camión que sufrió la fuga transportaba 23 toneladas de líquido divididas en dos cisternas compartimentadas. La avería afectó a sólo uno de los dos compartimentos. La fuga tuvo lugar como consecuencia de la rotura de una de las válvulas de desagüe por lo que fue necesario sacar todo el cloruro férrico de esa cisterna. El contenido del compartimento que estaba intacto fue trasvasado por seguridad al segundo camión utilizando bombas.

El líquido que se había derramado fue "empujado" hacia el arcén de la autovía, en donde el equipo de logística de los bomberos del SEPA preparó diques de contención para que el cloruro no llegase al alcantarillado. Pocos minutos antes de las once de la noche una empresa especializada en el tratamiento de residuos comenzó las labores de limpieza utilizando productos químicos, bombas y un líquido absorbente para recoger el cloruro depositado en los diques e introducirlo en "grandes recipientes a granel" que ayer fueron trasladados a un centro de destrucción de residuos peligrosos de Gijón. El proceso se completó a las cuatro de la madrugada.