Educación investiga desde ayer una violenta trifulca protagonizada por dos alumnos de primero de la ESO de un colegio de Pumarín que los familiares de uno de los chicos implicados atribuyen a un caso de acoso escolar, negado desde la dirección del centro.

El enfrentamiento entre los escolares viene de lejos. En el mes de noviembre tuvo lugar la primera agresión, según la familia del chico que acudió a la Comisaría de Policía el martes para denunciar el supuesto caso de acoso escolar. "Estaban en clase y el otro chico le dijo que le esperaba fuera. Le dio una paliza", argumenta la madre denunciante. La segunda pelea se produjo el martes por la mañana. "Mi hijo no puede ni salir de casa porque le está siempre amenazando su compañero de clase", mantiene la progenitora. La versión de los familiares difiere de la aportada por el centro educativo. "La directiva del colegio intervino conforme a lo regulado en el Reglamento de Régimen Interno. La familia del demandante no acudió al centro a aclarar la situación y sí fue a la Policía a presentar denuncia. El colegio está muy sensibilizado y actúa en los casos de acoso con el protocolo establecido", insistió el director del Colegio San Miguel, Miguel Ángel Campos.

Los dos adolescentes, de 13 y 14 años, han sido sancionados con tres días de expulsión del centro educativo. "Desde que tuvo lugar la primera pelea no volvimos a tener noticias de enfrentamiento alguno", insistió el director del centro.