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Crónicas gijonesas

Por los emigrantes

El Centro Asturiano de La Habana encomendó en 1911 al entonces alcalde de Gijón, Donato Argüelles del Busto, la creación de una delegación en la villa

Donato Argüelles del Busto.

El pasado martes, día 1 de marzo, se conoció públicamente que el Registro de Asociaciones del Principado de Asturias daba por "extinguido" al Centro Asturiano de La Habana de Gijón, culminándose de esta forma la desaparición de una más que centenaria entidad local que ahora, tras un tormentoso proceso judicial, se fusionará con el Real Grupo de Cultura Covadonga.

Se cierra así una historia que comenzó oficialmente el 20 de febrero de 1911, en el Casino de Gijón, pero que tenía a sus espaldas la formidable emigración asturiana a la isla de Cuba (una provincia española hasta 1898) y la creación, el 2 de mayo de 1886, del Centro Asturiano de La Habana, con el objetivo de prestar asistencia sanitaria, formación y ocio a todos los asturianos y sus descendientes asentados en la, en sus tiempos, considerada la Perla de las Antillas.

Pero como no todos, ni muchos menos, de los miles de asturianos que emigraron a la Gran Antilla hicieron fortuna, desde el Centro Asturiano habanero se procuró, ya en 1909, dar asistencia a quienes tenían que retornar y no precisamente para levantar una mansión indiana con la identificativa palmera, así como a quienes pretendían emprender el camino de la emigración a tierras americanas.

Por ello, desde la capital de Cuba se comisionó a Donato Argüelles del Busto (Gijón, 1856-1933) para que formase, en la villa, una delegación del Centro Asturiano de La Habana, cuyo cometido esencial sería "ayudar y orientar a la emigración asturiana de la República de Cuba hacia Asturias".

Donato Argüelles del Busto era entonces alcalde de Gijón (lo fue entre noviembre de 1909 y noviembre de 1911). Hijo de Bruno Argüelles y de Ángeles del Busto, nació en el barrio del Carmen. Pronto emigró a Cuba y allí se introdujo en el mundo del tabaco. Fundó una de las vitolas de más prestigio en el mundo de los habanos: "Romeo y Julieta" y así hizo una considerable fortuna.

Retornó a principios del siglo XX, como "indiano", a Gijón, donde destacó por sus virtudes filantrópicas y la actividad política. Fue un destacado miembro del Partido Reformista, fundado por el tribuno gijonés Melquíades Álvarez, con quien emparentó por el matrimonio de su hijo, Ramón Argüelles, con Dinorah Álvarez, hija del líder del reformismo español.

Además de ser el primer delegado en Gijón del Centro Asturiano de La Habana, Donato Argüelles del Busto fue socio fundador de la Estación de Salvamento de Náufragos y de la Asociación Gijonesa de Caridad. Falleció el 29 de diciembre de 1933 como consecuencia de una infección causada por una herida que le produjeron cuando le afeitaban en una barbería.

Pero, volvamos al 20 de febrero de 1911, a los salones del Casino de Gijón. Al día siguiente, en su primera página, el diario gijonés "El Noroeste", en su primera plana y a una de sus seis columnas, informaba sobre la reunión celebrada el día anterior: "Las personas reunidas (o representadas) en el Casino, que eran las ya previamente designadas por la carta oficial del Centro (Asturiano de La Habana), fueron las siguientes: Donato Argüelles, Jesús Caneja, Juan Cavo y Braña, Emilio Alvargonzález, Manuel Hartasánchez, Vicente Sánchez, Presidente del Círculo Mercantil, Presidente del Círculo de la Unión, Director de 'El Comercio' y Director de 'El Noroeste'. Todos los presentes aceptaron desde luego e incondicionalmente la misión que el Sr. Argüelles, en nombre del Centro Asturiano les confiaba, defiriendo gustoso a desempeñar el puesto que se le designase en la Delegación" del Centro Asturiano de La Habana de Gijón.

Fue elegido primer presidente Donato Argüelles y vicepresidente y secretario, respectivamente, Ángel G. Posada y Emilio Alvargonzález. Y finaliza el texto de la noticia: "Cumplido ya el fin de esta primera sesión preparatoria y después de un cambio de impresiones, elogiándose en términos del mayor encomio la magna empresa que realiza el Centro Asturiano, que no pareciéndole bastante su benéfica acción en Cuba, extiende su protección hacia sus paisanos aún antes de abandonar la madre patria, se acordó dar cuenta al Centro Asturiano, al Ayuntamiento de Gijón y a la Junta Local de Emigración, de haberse celebrado este acto y quedar constituida la Delegación gijonesa del Centro Asturiano de La Habana, ofreciéndose a la citada Junta local para todo aquello en que pueda auxiliarla en su gestión oficial".

Pasaron los años y la Delegación del Centro Asturiano de La Habana de Gijón tuvo varias sedes hasta que el domingo, 30 de agosto de 1959, se inauguraron las nuevas instalaciones, en un inmueble del paseo de Begoña, esquina con la calle de Anselmo Cifuentes, tras las obras de reforma emprendidas en los locales por la sociedad tras adquirir el edificio social.

"El Centro Asturiano de La Habana en Gijón inaugura en estos momentos sus nuevas dependencias, las cuales se han adaptado dentro de las posibilidades que en todo edificio de fabricación antigua se pudiera hacer. Todo ello con la colaboración eficaz y desinteresada de nuestro querido expresidente e ilustre arquitecto don Antonio Álvarez Hevia" ("Voluntad", 1 de septiembre de 1959).

Precisamente fue 1959 el año del triunfo de la revolución castrista y del principio del fin del Centro Asturiano de La Habana. Su sede desde 1927, un magnífico palacio (la primera piedra, de una tonelada de peso, fue labrada en Covadonga por Amancio González Alonso) obra del arquitecto Manuel del Busto y Delgado, nacido en Pinar del Río (Cuba) y, con los años, asentado en Gijón, donde falleció en 1948, fue incautada, lo mismo que la gran obra de la colonia asturiana en Cuba: la Quinta Covadonga, piedra angular de la beneficencia para los asturianos y desde hace décadas el hospital Salvador Allende al servicio del pueblo de Cuba.

La denominada "Covadonga" Casa de Salud del Centro Asturiano, situada en el número 659 de la calzada del Cerro, disponía de prácticamente todas las especialidades médicas, incluyendo cirujanos dentistas y quiropedistas, y también tenía un plantel de abogados y "notarios honorarios" para los asociados.

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