La iglesia de Fátima de La Calzada se quedó pequeña ayer por la mañana para acoger a la gran cantidad de feligreses que quisieron asistir al homenaje que se rendía en el templo gijonés al párroco José María Díaz Bardales, fallecido en 2012 a los 71 años de edad.

Numerosos vecinos de la zona quisieron con su asistencia mostrar su respeto por el que durante más de dos décadas fuera uno de los sacerdotes más conocidos y queridos de Gijón. La misa de recuerdo la oficiaron los curas Alberto Torga y José Antonio Álvarez, quienes llamaron a los asistentes a seguir el ejemplo de José María Díaz Bardales. En el oficio religioso participaron, además, varios coros del barrio.

Y es que La Calzada no olvida a Bardales. La iglesia de Fátima fue el último destino del sacerdote después de pasar por parroquias de Luanco, Pesoz y Mieres. En Gijón el riosellano de nacimiento también tuvo contacto durante varios años con los vecinos de Tremañes.

El acto de homenaje coincidió en el tiempo con la reparación que está llevando a cabo estos días el Ayuntamiento de Gijón en el parque que lleva el nombre del párroco y que está situado justo frente a la iglesia. Los operarios están adecentando la zona por lo que la plaza ha tenido que ser cerrada durante varios días al tránsito de viandantes.