En el Museo Evaristo Valle se vivió ayer a mediodía, y durante dos horas, una jornada particular. Con motivo del 35.º aniversario de la creación de la fundación que impulsó el museo y el 33.º aniversario de la apertura del mismo, el 5 de marzo de 1983, en la finca La Redonda de la parroquia de Somió, se celebró una visita guiada especial, en la que se condensó lo que ofrece una de las instituciones culturales señeras de Gijón y de Asturias, herencia de María Rodríguez del Valle, sobrina de Evaristo Valle, como una forma de reivindicar a uno de los pintores españoles más sobresalientes del siglo XX y el renovador de la pintura asturiana.
De la mano de Eva Somaza, los participantes en la visita guiada descubrieron, la mayoría de ellos, a Evaristo Valle, el pintor del color, pero también una parte de los fondos que, a lo largo de los años, artistas entonces principiantes y ahora consagrados, fueron donando a la institución como reconocimiento por haberles acogido entre sus muros.
Se trata de la muestra titulada "Forma y color", con una selección de las obras que conforman la colección de arte contemporáneo del Museo Evaristo Valle, firmadas, entre otros, por Melquíades Álvarez, Amador, Joaquín Rubio Camín, Ángel Guache, Josefina Junco, Pablo Maojo, Ricardo Mojardín, Pelayo Ortega, Javier del Río, Esteban y Ramón Prendes, entre otros.
Frente a su obra "Círculo", un óleo sobre lienzo fechado en 2005, la pintora Josefina Junco, que participó en la visita, destacó que el Museo Evaristo Valle "es un privilegio tenerlo en Gijón; hizo mucho por quienes estábamos empezando" y, por ello, reivindicó: "Hay que protegerlo".
Tras el recorrido por el edificio que alberga "Forma y color", cuya verja y puerta fueron un diseño del gijonés Joaquín Rubio Camín en los años setenta del siglo XX, la visita salió al exterior, para pasear por los jardines de la quinta, de estilo inglés, diseñados por un antiguo propietario británico de La Redonda.
Ya en la casa principal, la visita guiada especial se detuvo en la colección de pinturas de Evaristo Valle, desde las que realizó durante su estancia en París, a finales del XIX y principios del XX, pasando por las que constituyen "La obra de paso", es decir, cuadros prestados temporalmente al Museo Evaristo Valle de colecciones públicas y privadas.
Entre ellos destaca "El pescador", que Valle pintó en 1918 y que durante casi un siglo estuvo en "paradero desconocido" y que hace unos meses salió a subasta en Madrid.
Al filo de las dos de la tarde la visita guiada especial finalizó en la sala en la que se exhiben varias de las "carnavaladas" de Evaristo Valle, una temática muy apreciada por el pintor por la libertad que le dio con el color.
