En noche helada, Pablo Monella presentó su documental "Gijón... del alma", bien abrigado de un público que llenó la sala del Club de LA NUEVA ESPAÑA. Previamente a la exposición, Pablo Monella dijo que este trabajo forma parte de una colección de videos que conforman un corto, cuyo tema pretende dar una imagen completa de nuestra ciudad; "Gijón... del alma" es el último. El autor sostiene la idea que para hacer una película no se precisan grandes desembolsos, e hizo alusión a una frase reciente del actor José Sacristán: "No hay productores, sino recolectores de ayudas". Pablo Monella de definió a sí mismo como director, cámara, realizador, montador... En una palabra, "yo me lo curro todo". Y no cree en los festivales cinematográficos, en que todo esta amañado, "tuya, mía, cabecina y gol", dijo.

La película se divide en dos partes, en la primera hace un recorrido por Gijón desde todos sus puntos cardinales; es hermoso contemplar rincones históricos, artísticos, entrañables o monumentales. La fotografía es buena, y aun mejor aquellas imágenes que hacen referencia a nuestro pasado minero, por su valor sentimental y auténtico. Emocionada, las vi pasar demasiado rápido cuando merecían más detenimiento, ellas son nuestra verdad, nuestro incuestionable ADN.

La segunda parte, dedicada a la música me gustó menos. Con un único protagonista, Víctor de Cimadevilla, se vuelve a los mismos sitios, paseos y más paseos. El hombre que difundió la canción "Gijón... del alma", se tropieza con personajes como Pipo Prendes, Quini, Manolo Linares, Pepín Braña, Cholo Juvacho, Joaquín Concejo, Paz Fernández Felgueroso... O con el busto de El Presi, ante el que le rinde homenaje cantando. Janel Cuesta define a Víctor Cimadevilla como un "playu aunténticu", y Julio Puente, director de LA NUEVA ESPAÑA, dice de él que ya forma parte de la mejor historia de Gijón.

Víctor Cimadevilla canta a los marineros, a los mineros... Pero la pieza que le ha hecho famoso de verdad, comparable a Víctor Manuel, Dani Daniel o Pipo Prendes, es "Gijón... del alma", que aunque el público se le atribuye, no es suya, sino que ha sido compuesta por el músico Javier Díaz Gontín, integrante del grupo "Zapato Veloz".

Al final del documental, Víctor Cimadevilla, entonó su tema estrella, "Gijón... del alma". Estupendo, y creo que mejor aún si se le reformara la letra de la segunda estrofa.