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Un modelo matemático hecho en Gijón permite predecir la metástasis del cáncer de mama

Los investigadores piden financiación para el desarrollo industrial de la patente en Asturias

El 80 por ciento de las pacientes con cáncer de mama nunca llegarán a desarrollar metástasis, con lo que no sería necesario que recibieran tratamiento de quimioterapia. Pero en la actualidad, por defecto, se aplica a la mayoría de las enfermas, ocasionando un gran coste médico que podría tener los días contados. La Unidad de Investigación de la Fundación Hospital de Jove ha desarrollado un modelo matemático de reducción a través de un sistema de inteligencia artifical capaz de determinar qué pacientes tendrán metástasis y cuáles no.

Hoy en día ya es posible discriminar, pero el sistema de testeo es muy caro y se hace en laboratorios en Estados Unidos. La aportación de Jove se traduce en dos líneas: "es más fiable y mucho más barato", señala la investigadora Noemí Eiro. De hecho, el test de la evolución futura de los tumores con este sistema desarrollado en Gijón rebajaría el coste "de los 3.000 euros en la actualidad a apenas 200".

La herramienta está lista para ser utilizada, y sólo sería preciso "contar con un empujón en forma de inversión para poder pasar a la fase de comercialización", indica Francisco Vizoso, responsable de la Unidad. Y a ser posible "que la tecnología y la industria necesarias se desarrollen en Asturias, porque el potencial en cuanto a patentes y desarrollos tecnológicos es ilimitado", razona.

El sistema que han desarrollado los investigadores se basa en a localización de una determinada proteína, tras analizar 200 casos reales y con la intención de completar el muestreo con otros 500 pacientes de la Clínica Universitaria de Navarra. Los resultados "han sido fantásticos", reconocen los doctores.

La Unidad de Investigación recibió ayer la visita de Rubén González Hidalgo, gerente del Centro Municipal de Empresas, precisamente con la intención de dar un empujón a las líneas investigadoras de Jove, que contemplan otras áreas novedosas con aplicaciones prácticamente inmediatas. Es el caso de las investigaciones con la microalga espirulina, que segrega una sustancia fotosensible al láser capaz de introducirse en las células cancerosas para acabar con los tumores, puesto que en este proceso genera dos radicales libres de oxígeno que acaban con las células malignas.

El tratamiento, explica Vizoso, es ideal para tumores poco operables, como los oftalmológicos, y tal y como señala el responsable de las investigaciones, ya hay un grupo de inversores asiáticos interesados en el desarrollo del producto. Lo interesante, defienden los doctores, sería que "fueran inversores asturianos los que impulsaran esta línea de trabajo y aplicación médica, que tendrá un mercado global".

A todo ello se suman, además, los últimos avances con las células madre uterinas, que los investigadores gijoneses han logrado reproducir en lo que llaman un medio condicionado, al que aportan todas sus propiedades y que se puede convertir en polvo para múltiples aplicaciones curativas y regenerativas. Jove ha logrado ya el permiso para empezar con los ensayos en humanos, que se realizarán con administraciones tópicas en el ojo que demostrarán cómo estas células regeneran dolencias como inflamaciones intraoculares y daños en la córnea.

Las aplicaciones más novedosas que podrían tener serían también la candidiasis vaginal (hongos) e incluso para dermocosmética o veterinaria, dadas las propiedades antibacterianas, antifúngicas e inmunoreguladoras de los productos que segregan las células madre en el medio condicionado.

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