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Aumentan en Asturias los casos de infección gonocócica y su resistencia a terapias

Aurora Torreblanca, microbióloga, destaca la progresión de la enfermedad entre hombres con relaciones homosexuales

Aurora Torreblanca Gil, minutos antes de la sesión clínica en Cabueñes. ÁNGEL GONZÁLEZ

La infección gonocócica -enfermedad de transmisión sexual más conocida como gonorrea- está en aumento en Asturias y, para mayor trastorno, se está haciendo más resistente a las terapias habituales. Así lo puso ayer de manifiesto en una sesión clínica en el hospital de Cabueñes la microbióloga Aurora Torreblanca Gil. Torreblanca leyó a finales del pasado año su tesis doctoral sobre dicha infección, basado en un estudio retrospectivo de todos los casos declarados en la región desde 1986, con las características particulares y la población afectada en cada caso. En base a los resultados de ese estudio, ampliados y actualizados para la sesión de ayer en Cabueñes, la microbióloga del hospital gijonés lanzó la alerta de que en Asturias "igual que está ocurriendo en España y en el resto del mundo, se está dando un aumento de la enfermedad y han aparecido una serie de resistencias que están acabando con la terapéutica que tenemos para abordarla".

El año 2015 acabó con una tasa de gonorrea de 7.14 casos por cien mil habitantes en la región; según el informe edidemiológico de Asturias de 2012, en 2005 en asturias la tasa de incidencia era del 4,4 y en 2010 de 5,8.

Entre la población afectada, Torreblanca resalta que la infección se da tanto en hombres como en mujeres principalmente jóvenes -en mujeres la media de edad de las pacientes afectadas es de 20-25 años, y en varones de 25-30 años-, pero que es especialmente en el colectivo de hombres que tienen relaciones homosexuales donde se está centrando el aumento. De ahí que Torreblanca sugiera la importancia de que los sanitarios "no pierdan de vista el diagnóstico precoz, la educación sexual, el estudio de los contactos y tener siempre presente que hay colectivos más señalados a los que hay que hacer seguimiento". Sobre todo porque la expansión de la enfermedad también tiene mucho que ver con el hecho de que un porcentaje importante de mujeres afectadas no muestran síntomas, lo que las convierte sin quererlo en piezas importantes para la diseminación de la infección entre la población.

La infección gonocócica, como recordó Torreblanca, es una enfermedad que no se debe minusvalorar porque a parte de la afectación local en los genitales, la garganta o el ano puede derivar en "complicaciones importantes", desde una infección inflamatoria pélvica en la mujer, que es un cuadro de cierta gravedad, a meningitis o complicaciones vasculares. "Pero, sobre todo, puede ser causa de infertilidad. E incluso los niños recién nacidos y afectados en el parto por una madre que tiene la infección pueden verse gravemente afectados".

Respecto a la resistencia a los medicamentos actuales, Torreblanca comentó que "estamos viendo unas cepas que son muy resistentes. Es una de las características de este microorganismo, que cuando se introduce un antibiótico para atacarlo rápidamente es capaz de adquirir una serie de mecanismos que se han resistentes a él. Por eso nos interesa hacer hincapié en detectar esos colectivos donde están circulando esas cepas e intentar evitar que se diseminen". Para la especialista del servicio de Microbiología de Cabueñes, la educación sanitaria que debería tener la población general va en la línea de que "lo mejor, para evitar estas infecciones de transmisión sexual, es el sexo seguro, limitar el número de parejas y evitar las relaciones de riesgo recurriendo al preservativo que es, sin lugar a dudas, la mejor medida".

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