En el año 2012 el hospital de la Cruz Roja de Gijón tenía 219 trabajadores incluidos en su estructura oficial; en 2015 la cifra creció en cinco personas. Con esas cifras expuestas en el tablón de anuncios del centro sanitario gijonés la dirección del hospital contestaba ayer a los pitos y palmas de protesta que se habían escuchado un día antes en el hall del equipamiento sanitario de la calle Uría. De hecho, la dirección además de exponer el balance de los puestos de estructura del centro pedía, a través de un comunicado, una rectificación al comité de empresa sobre la información aportada para justificar el conflicto. Una información relativa a que tras el plan de viabilidad que tuvo que introducir Cruz Roja por la bajada de tarifas del Sespa (Servicio de Salud del Principado) se había consumado la desaparición de ocho puestos de trabajo de auxiliar de enfermería.

La plantilla, que ha acordado realizar una pitada y concentración de protesta los miércoles en el centro para clamar por la carga de trabajo que se soporta en el centro, sumaba a sus quejas la falta de personal y escasa sustitución, la desaparición de un puesto sanitario de apoyo, la precariedad en la contratación y las condicionesa laborales del personal eventual.

En la nota pública que hizo ayer la dirección del centro se asegura que "el incremento de plantilla experimentado por el hospital es tan evidente para los representantes legales de los trabajadores" que el pasado año hubo que adecuarse el número de miembros del comité de empresa y horas sindicales, porque entre 2011 y 2015 el centro había pasado de tener menos de 250 trabajadores a más de 250.

El hospital gijonés es un centro concertado que realiza toda su actividad para el Sespa. Tras varios años de cuentas positivas el freno en la financiación regional ha puesto en una situación apretada a un hospital que había logrado en los últimos años una gran estabilidad.