F. G.

El cierre de la autopista del mar Gijón-Nantes supuso un duro varapalo para los empresarios leoneses que utilizaban la línea marítima que partiendo de El Musel ponía sus productos en Europa de una manera más rápida y barata que haciéndolo por carretera.

La patronal pizarrera de León, que basa buena parte de su beneficio económico en la exportación de este producto mineral, ha tenido que volver a utilizar el transporte en camión, al considerar que la línea que parte de Vigo para enlazar con Nantes no les resulta rentable. Por ese motivo, reclaman la reapertura de la autopista del mar gijonesa.

Eliseo López, presidente de la Asociación de Pizarristas de Castilla y León, defendió esta semana la línea Gijón-Nantes, cuyo cierre supuso "grandes perjuicios" para las empresas leonesas no sólo de la pizarra, sino también de la madera y el hierro.

En palabras de Eliseo López a la prensa local leonesa, "Vigo no es una alternativa para nosotros; desde la clausura de la ruta desde El Musel hemos volcado todo el transporte por carretera, con el consiguiente sobrecoste".

La autopista del mar de Vigo limita el número de camiones con conductor y su uso por los empresarios leoneses encarece notablemente los costes logísticos, ya que las pizarreras tendrían que llevar un camión hasta Vigo desde León y contratar otro transporte en destino para conducir la carga a los países compradores.

Mientras permaneció abierta la autopista del mar, El Musel absorbió la salida de más de la mitad de las exportaciones de las empresas pizarreras de El Bierzo y La Cabrera, un sector que durante 2015 contabilizó 465.000 toneladas de producto destinado al mercado exterior. El 90% de la producción de la pizarra leonesa se exporta, siendo Francia (con el 40%), Alemania, Bélgica, Holanda y Reino Unido los principales receptores del producto. Utilizaban el barco con salida en Gijón unos cincuenta camiones procedentes de la provincia vecina cada semana.

El empresario asturiano Rafael Riva, que ha anunciado a las autoridades su interés en reabrir la línea entre Gijón y Nantes, y que pretende realizar los trayectos con un barco propio, se encuentra a la espera de que se autorice la nueva concesión.