La socialista Lara Martínez y el forista Jesús Martínez Salvador protagonizaron ayer en el Pleno un aperitivo al consejo extraordinario de Divertia que se celebrará esta mañana. Un consejo exigido por toda la oposición municipal y que tiene su origen en un nuevo desajuste económico en el cierre de las cuentas del Festival Internacional de Cine. El debate surgió a partir de una pregunta de la concejala socialista. "El problema es que ya no es el festival de cine independiente de hace unos años, ha perdido su identidad cambiando hacia un modelo de alfombra roja", sentenció Martínez.

La portavoz del PSOE cargó contra el director del festival, Nacho Carballo "por haber convertido el festival en un sarao más" pero también contra la gerente del Jovellanos, Teresa Sánchez, "por sostener con su firma estos desmanes". A Martínez Salvador, en calidad de edil de Festejos y presidente de Diverita, le exigió que asuma su responsabilidad "por la vergüenza que supone este festival para los gijoneses".

Martínez Salvador miró al pasado y al futuro en su intervención. Al pasado para afear a los socialistas que "su festival era el festival del oscurantismo, no había ni presupuesto, y el festival de los impagos; sólo tengo que recordar los pufos que heredamos de su gestión. Ahora hay transparencia y se presentan las cuentas". Y al futuro para tender la mano al resto de los grupos en pos de alcanzar en Divertia un consenso político sobre el camino que debe transitarse en próximas ediciones. No hizo mención el concejal a Carballo pero sí hizo una encendida defensa de la gestión de Teresa Sánchez.

El Grupo Municipal Socialista también aprovechó el epígrafe de información, impulso y control para-en ambos casos por boca de la concejala Marina Pineda- exigir explicaciones sobre el proceso que ha llevado a una sentencia contra el Ayuntamiento en el caso del hotel Palacio de la Llorea y rogar que se de prioridad a los criterios sociales en los planes de emple, para cumplir así con el objetivo del plan de choque en ese ámbito.

La pregunta de Verónica Rodríguez (Xixón Sí Puede) sobre la pervivencia de símbolos franquistas sirvió para que el secretario del Ayuntamiento, Miguel Ángel de Diego, contase cómo se descubrió que la fachada del colegio de la Inmaculada estaba mal incorporada al inventario de bienes municipales y se confirmase que era un bien privado de la Compañía de Jesús.