Cuando la Alcaldesa, la forista Carmen Moriyón, insinuaba en el último Pleno que iba a bajar a la zanja -al anunciar que controlará la gestión de obras urbanas- no andaba muy desacertada si a lo que se refería era a calmar los ánimos de los vecinos. Porque las asociaciones de los barrios no están precisamente satisfechas con la marcha de las obras, las promesas de ejecuciones de varios trabajos pendientes y el mantenimiento de viales públicos.

Así, hay quien no duda en calificar la situación actual como "colapso total", como hace Carmen Duarte, presidenta de la Asociación de Vecinos "Fumeru" de El Llano. Porque, de un tiempo a esta parte, "estamos recibiendo más quejas que en toda nuestra historia por baldosas sueltas, pavimentos en mal estado y hasta árboles sin podar que entran por las ventanas de los vecinos y les llenan las casas de insectos y gusanos", asegura la representante vecinal.

Así, la sensación que tienen en El Llano es la de que "está todo atascado, con muy buenas palabras y la promesa de que todo se arreglará en breve, pero lo cierto es que no vemos nada de movimiento". Carmen Duarte apunta además a "deficiencias" y "dejadez" en la ejecución de ciertos trabajos de mantenimiento como la reposición de baldosas. "Las cambian y a la semana vuelven a moverse, o vienen a marcar y ya no regresan a cambiarlas", lamenta, antes de añadir una larga lista de demandas vecinales sin respuesta: la escasa iluminación de la zona destinada a los perros en el parque de los Pericones o la degradación de la zona del situada detrás de las piscinas, entre ellos.

Duarte confía en que "se hagan las inversiones previstas y sigamos avanzando", a pesar de que "todo está muy parado". Tanto como en la calle Aguado, que ya acumula un retraso de un año con el viario levantado sin que la remodelación se haya rematado. "Estamos cansados de ver la calle patas arriba, aunque nos han respetado las aceras da pena ver las vallas de obra y las excavaciones abiertas desde hace tanto tiempo", señala Tita Caravera, presidenta de la Asociación de Vecinos de La Arena. "El Ayuntamiento nos dice que no se puede saltar la ley de contratos, pero es que un año ya es mucho tiempo", reflexiona la portavoz vecinal, quien comparte esa sensación de que "está todo muy parado, y el que lo paga es el mismo de siempre, el ciudadano de a pie".

Con el añadido, señala el hostelero Fernando Puente, de que las obras inconclusas "afean la zona y afectan de forma negativa a los negocios", en una parte de la ciudad en la que, para colmo de males, "no hay donde aparcar".

En parecida tesitura se encuentran los vecinos de la zona centro, donde obras emblemáticas como la reforma de la calle Marqués de San Esteban se han quedado en compás de espera, y sin fecha aparente de resolución. "Llegamos hasta el punto de mantener reuniones con los técnicos municipales para comparar las calidades de los materiales, pero la cosa se ha quedado así y no hemos vuelto a saber nada", lamenta la presidenta de la asociación de vecinos "Jovellanos" de la zona centro, Maite Cuevas.

Sobre todo porque "los vecinos se quejan de que en la zona se junta mucha gente por las noches, en los soportales, y tienen que soportar molestias; el Ayuntamiento nos garantizó que las obras de mejora tendrían un efecto disuasorio, y por eso la gente está deseando que se pongan en marcha", recalca Cuevas, quien señala "los contratos a la baja" como causantes de los retrasos en la ejecución de proyectos comprometidos.

Manuel Cañete, presidente de la asociación "Evaristo San Miguel" de El Polígono, lamenta que "haya un montón de dinero sin gastar con cantidad de cosas que hay sin hacer". En su zona, sobre todo, la adecuación de parcelas que permanecen en estado de abandono, que requieren para su adecentamiento de "partidas ridículas, pero que no acaban de moverse". Y con ello los viales y las zonas verdes siguen en mal estado "y a nosotros nos sorprende el aguante de la gente", apunta Cañete.

En la zona de Montevil los vecinos esperan por la reordenación viaria y la nueva señalización que ayude a controlar los problemas recurrentes en los viales del barrio, con numerosos accidentes graves en los últimos tiempos. "Tenemos el compromiso de que se ejecutará en breve, llevamos años pidiéndolo y ahora parece que por fin nos van a hacer caso; esperamos que sea así y no se retrase", apunta Tino Bermúdez, portavoz de la asociación vecinal.

A todo ello se suman otros retrasos en las ejecuciones como la del "Kilometrín", que sigue sin dar el estirón, la extensión de los carriles bici por la ciudad que levantaron polvareda entre los ciudadanos de varios barrios por la falta de consenso y otros "errores" de ejecución que denuncian los vecinos, como la colocación de maceteros en las peatonalizaciones que no dejan vías de escape en caso de emergencias. Todo un rosario de demandas.