José María García Pérez (Madrid, 1944) se retiró del periodismo activo en 2002, cuando "ganaba dos mil millones de pesetas al año" en una emisora de radio. Tres años después le fue diagnosticado un cáncer, del que se recuperó. Ayer estuvo en Gijón, invitado por el Ateneo Jovellanos, para participar, en la colegiata de San Juan Bautista, en la presentación de "Buenas noches y saludos cordiales", su biografía "no autorizada", aunque tolerada por el periodista con raíces en el concejo de Valdés, que escribió, tras dos años de trabajo, Vicente Ferrer Molina, subdirector del diario digital "El Español", que dirige Pedro J. Ramirez, autor del prólogo.

Durante su intervención (casi una hora y media y con el cartel de aforo completo) el periodista, que marcó una época en la radio española, fue muy claro en sus respuestas, por ejemplo en lo concerniente a la situación que atraviesa el Real Sporting: "El cáncer del Sporting está en el Sporting, en los anteriores gestores y en los presentes, que son los mismos", afirmó. En este sentido, José María García opinó que no se debe "desviar la atención a otros sitios, qué culpa tiene la Liga de Fútbol Profesional de que no hayan cumplido con sus obligaciones. Quiero lo mejor para el Sporting, pero hay que partir de un hecho, que es una sociedad anónima, y te guste o no te guste, el máximo accionista hace lo que le sale de las narices con su dinero".

En cuanto al Real Oviedo, García señaló: "No me gusta lo que ha pasado, es cierto que significó la salvación momentánea, pero en el fútbol español los caballitos blancos han sido siempre negros, muy negros".

En su breve intervención, el autor del libro (está en preparación la quinta edición) calificó a José María García como "el periodista más importante de España de los últimos cuarenta años; un periodista con letras mayúsculas", mientras que, a la pregunta de si está en disposición de volver a la profesión, García contestó: "Me encantaría volver a la radio, pero no al deporte, pero es imposible volver ahora en la situación mediática española".

Tras subrayar que "soy un apasionado de la política" y "me encuentro muy joven para la edad que tengo (corre doce kilómetros al día), es muy difícil volver, da tristeza ver los políticos que tenemos y los tertulianos, que saben de todo".

Con respecto a la actualidad de España, afirmó que el país "está en una situación dificilísima; el dinero es conservador y hoy, para invertir en España, hay que atarse bien los machos".

Señaló también el periodista, en otro momento de su intervención, que el mayor activo de un medio de comunicación "es su independencia" y que "la peor censura es la autocensura". Antes se había calificado como "un paisano" tras recordar que, de niño, se había fijado, en las ferias ganaderas de Trevías, en los tratantes: "La palabra de un 'home' va a misa".

También recordó sus comienzos profesionales en el diario "Pueblo", cuando le censuraron más de la mitad de las preguntas de una entrevista que le había hecho a un procurador de las Cortes franquistas del tercio familiar. Le ofrecieron pasar a la sección de municipal o a la de deportes, y ahí comenzó su carrera en el periodismo deportivo.

En cuanto a su biografía, señaló que la parte dedicada a los elogios "es excesiva", pero casi terminó su intervención con una frase lapidaria: "La indiferencia es la muerte del comunicador".