Asturias tiene cerca de 200 tiendas que venden por internet, según explicó ayer el presidente de la Asociación de Comercio Electrónico de Asturias (Asceas), Manuel Ángel Fernández Fernández, durante la primera jornada organizada por esta asociación de reciente constitución, que se celebró en el Centro Municipal de Empresas.

Asceas se constituyó hace unos meses, a partir de un grupo de Facebook, y cuenta con 22 socios, con la idea de captar a todos los comercios on-line de Asturias, entre otras cosas para negociar en conjunto con proveedores, empresas de logística y la banca, explicó Fernández.

El presidente de Asceas explicó que por internet se vende y compra de todo y puso como ejemplo que entre sus asociados hay "tiendas que venden desde bicicletas, lana, cosmética, camisetas, maquinaria y hasta repuestos para motos. Hay absolutamente de todo. También hay empresas que tienen tienda física de hace muchísimos años y ahora montaron tienda on-line, para aumentar sus clientes. Pequeñas empresas que vendían de forma local en Oviedo, Gijón o Avilés y que ahora ya están vendiendo en todo el mundo".

Lo que más se vende por internet son reservas, por ejemplo para viajes, y en cuanto a bienes, material deportivo y ropa. "Y ahora está repuntando bastante la venta de medicinas y productos de belleza; los productos de farmacia y parafarmacia. De hecho, aquí en Gijón está una de las farmacias que es de las que más vende en España por internet", que es la Farmacia Cuadrado, de la Avenida de los Hermanos Felgueroso.

Asturias es la quinta comunidad autónoma española en porcentaje de compras por internet: El 40 % de los internautas asturianos han hecho alguna vez compras en la red. En el caso de medicamentos y material deportivo, es la cuarta comunidad autónoma de España, según explicó Alfonso Eguino, moderador del coloquio organizado ayer para presentar la asociación de la que es directivo. En el coloquio participaron Luis Bobes, de la sombrerería ovetense Albiñana, premio nacional de comercio, una tienda fundada en 1924 y que ahora factura un 15% de sus ventas por internet; el avilesino Roberto Bernabeu, de la tienda on-line Quiquilo, uno de los tres mayores comercios electrónicos de Europa de compraventa de ropa de segunda mano para niños y adolescentes; y Kiko Sesma, de la consultora GapMedia.

Luis Bobes advirtió a quienes piensan que poner una tienda de ventas a través de internet es lo más sencillo, que en realidad es un proceso "complejo, que lleva mucho tiempo, que requiere más trabajo que una tienda física, porque hay que mover mucho el escaparate".

En los mismos términos se pronunció Kike Sesma: "El día que levantas la persiana empiezan los problemas" porque hay que promocionar la tienda en las redes sociales, conseguir un volumen de ventas "razonable, para no perder y eso es muy complicado". Agrega que no sólo se dan casos de comerciantes que saltan a las ventas on-line, sino también de tiendas on-line que acaban instalando "showrooms" o participando en mercadillos.

Bernabeu aconsejó a quienes se planteen montar un negocio en internet que inviertan "un 30% del presupuesto en tecnología y un 70% en marketing", considerando que hacerlo al revés aboca al fracaso. La venta a través de internet permite llegar a muchos clientes de todo el mundo, pero hay que captarlos.

Competir con los grandes

¿Y cómo competir con grandes canales de venta por internet como Amazon, Alí Babá o eBay? Luis Bobes sostiene que las pequeñas tiendas sobrevivirán, si se adaptan. "Es la misma canción que cuando apareció El Corte Inglés y se decía que todas las tiendas íbamos a desaparecer. Nos tuvimos que centrar en nichos de mercado. En internet es lo mismo, con Amazon no podemos competir en precio, tenemos que competir en atención al cliente, conociendo muy bien el producto y asesorándole", dijo.

Sesma advirtió de los riesgos de los negocios de intermediarios que quieran vender en esas plataformas, como Amazon, dado que Amazon puede acabar puenteando al comercio y negociando directamente con el proveedor. Otra cosa es que la tienda on-line sea de un fabricante, en cuyo caso las grandes plataformas pueden ser "un socio a explorar". Hay excepciones entre los intermediarios, como es el caso de Quiquilo. "Nosotros no tenemos esa problemática, porque nuestros proveedores son particulares", señala Bernabeu.