Con el fallecimiento de Silvia Hernández Álvarez ya son dos los casos de violencia de género registrados en Asturias en lo que va de año. El primero fue el de Ascensión Amores, que murió en Avilés a los 46 años por los golpes que presuntamente le propinó en la cabeza su marido, el pastelero avilesino Julio Pardo, de 45 años, con una llave inglesa. Posteriormente, la asfixió con una almohada. No constaban denuncias judiciales previas.

El Gobierno del Principado, la Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Gijón expresaron ayer su "más enérgico rechazo y profunda consternación" por el asesinato machista, que se sumaría a las doce mujeres víctimas mortales por violencia de género en lo que va de año, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Las tres instituciones han convocado para hoy a las 12.00 horas una concentración de repulsa ante el Ayuntamiento gijonés a la que invitan a participar a toda la ciudadanía para "expresar el rechazo unánime de la sociedad asturiana a la violencia contra las mujeres" que se ha cobrado 838 vidas desde 2015. De ellas, 20 fueron en Asturias.

El presidente del gobierno del Principado, Javier Fernández, expresó por su parte "la más profunda condena y repulsa" por el asesinato antes de llamar a "comprometer a la sociedad contra esta violencia específica porque cada víctima es una víctima de nuestra propia impotencia".

La presidenta del Partido Popular de Asturias, Mercedes Fernández, y todo el PP regional también hicieron pública su "más firme condena y rechazo" ante el asesinato de Silvia Hernández, además de trasladar sus condolencias y apoyo a la familia y amigos de la víctima. El PP de Asturias considera urgente la implicación de toda la sociedad para acabar con "una lacra contra la que la ciudadanía debe alzar la voz sin miedo".