"Lo que hacéis es importante; cómo lo hacéis es mucho más". "Dáis color a un mundo gris". "Siento mucha emoción porque veo vida". "Soy el propietario del local y me satisface mucho que sea para una causa tan noble y constructiva. Gracias por estar aquí". "Salud para seguir transformando el barrio".

Con esos y otros mensajes rotulados bajo un cartel con su nombre, los invitados le pusieron la rúbrica perfecta ayer a la inauguración de los nuevos locales -alquilados- de la asociación "Cuantayá" en Contrueces. La entidad ponía de largo con una fiesta y muchos invitados su "sueño" de tener una sede física espaciosa para convertirla en un centro social comunitario "desde donde seguir dando pasos para intentar cambiar el mundo sumando nuestro grano de arena, convencidos de que todos tenemos algo que aportar", como indicó uno de los socios de la entidad, David Boto, maestro de ceremonias en el festejo de ayer.

"Cuantayá" es una asociación nacida en 2007 de la mano de 15 voluntarios que arrimaron su trabajo al que venían haciendo las religiosas de La Asunción con su programa "Enredando" de apoyo socioeducativo en Contrueces. Si las religiosas se hacían cargo -y siguen- de los menores de la zona, "Cuantayá" pasó a prestar atención a los adolescentes, trabajando con ellos en los ámbitos sociales, educativos y familiares.

Sumando ideas, voluntarios y respaldos, al final "Cuantayá" ha seguido el curso natural hacia su independencia y desde hace meses caminan solos con las ganas de convertise "en el centro social comunitario que teníamos en mente desde hace tiempo", explica Raúl Madruga, presidente de la entidad. Con las redes extendidas algo más que en sus inicios -ahora hasta tienen un grupo de apoyo social a mujeres y otros proyectos de ocio y participación- pero con el mismo ímpetu que les movió desde el principio, los socios y voluntarios de "Cuantayá" sigue en la línea de "tratar de generar cambios y oportunidades en el barrio", como apuntó Madruga. El esfuerzo lo han puesto todo, lo mismo que el empeño, y sólo esperan el respaldo institucional que les de una mayor estabilidad en el presente y en el futuro. "Las subvenciones sólo representan el 25% de nuestro presupuesto", puntualizó Raúl Madruga, para indicar luego que el resto de sus necesidades económicas sale de las aportaciones de los socios y de lo que se les ocurre. De ahí que esperen que se pueda concretar el convenio con la Fundación Municipal de Servicios Sociales, postergado desde hace meses y pendiente de una modificación presupuestaria, que dé soporte al proyecto socio socioeducativo. En el acto estuvo presente, entre otras autoridades, Lina Menéndez, directora de Servicios Sociales de proximidad del Principado, emocionada de constar "que este es un local lleno de vida, con personas de todas las edades. Cuánta falta hacen proyectos así".