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"El gran problema del Botánico no soy yo", aclara Álvaro Bueno

El conservador del jardín rechaza las críticas a su gestión y advierte de la falta de dirección y dotaciones

Álvaro Bueno. JUAN PLAZA

"El Jardín Botánico tiene problemas, y serios, pero el gran problema del Botánico no soy yo". Así de claro hablaba ayer Álvaro Bueno, conservador del recinto natural gijonés dentro del equipo científico de la Universidad de Oviedo que trabaja en esta instalación municipal desde hace más de una década. Sobre Bueno se emitió un informe recientemente desde la presidencia de Divertia -empresa municipal en la que se integra el Botánico- que fue presentado el jueves a todos los grupos políticos como preámbulo a trasladar a la Universidad de Oviedo el interés del gobierno municipal por dejar de contar con sus servicios. En ese informe se le acusa de intromisión en competencias de ámbito municipal, de usar recursos del jardín para otros proyectos ajenos a la institución, de reiterada mala conducta con insultos al personal municipal y de un trato despectivo hacia la entidad Jardín Botánico.

Denuncias que Bueno califica de "mentiras" y a las que busca responder "desde la indefensión que supone no conocer el informe. Ni yo ni nadie de la Universidad". El biólogo se muestra especialmente dolido con las críticas de Divertia por lo que suponen de ataque personal pero también al trabajo que se ha desarrollado desde la Universidad de Oviedo para sacar adelante un proyecto que ha tenido trascendencia nacional e internacional. "Ni hay mala relación con los trabajadores, más allá de alguna diferencia puntual que fue solventada, ni la Universidad se ha aprovechado de equipos en su beneficio ni he asumido competencias que no sean mías. Además, todo está perfectamente fiscalizado", explica Álvaro Bueno.

Para el conservador del Botánico, el gran problema que ahora mismo tiene la instalación es la falta de un responsable. El gobierno de Foro puso al frente del Jardín Botánico a Jesús Martínez Salvador a su llegada al gobierno. Un Martínez Salvador que en las pasadas elecciones dio el salto a la candidatura municipal y ahora es el concejal de Turismo, Deportes, Festejos y Juventud, además de presidente de la empresa Diveria. Su puesto en el Botánico no fue ocupado. "No hay gerente y eso genera problemas de coordinación; además de que hay un problema serio de falta de dotación", advierte Bueno.

Pero más allá de nombres y apellidos está el debate sobre el modelo de Botánico que se quiere desarrollar. Más cuando la incorporación del Jardín a Divertia ha potenciado su perfil como espacio para desarrollar eventos festivos de todo tipo.

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