Sólo le hizo sombra una palmera. Una superproducción española que arrasa en los cines y con la publicidad y el marketing que nunca soñó tener detrás "Adelina". Pero esa sombra no le apagó la risa, ni el buen humor, ni las ganas de aplaudir, ni el sentimiento de haber vivido una noche mágica. "Ella disfruta de todo; es una vitalista empedernida y contagiosa", certifican sus más cercanos. Se refieren a Carmela Romero Montes, la actriz gijonesa que este año y por sorpresa se coló en la terna de actrices revelación que la Unión de Actores escogió para su fiesta anual en el teatro Circo Price de Madrid, celebrada el lunes.
Carmela se hizo un hueco con su papel de "Adelina", la adaptación teatral de "Carne de gallina", y eso la puso codo con codo con Berta Vázquez -la exótica coprotagonista de "Palmeras en la nieve", que ya ocupa tanto papel "cuché" como espacios televisivos del brazo de su novio Mario Casas- y Marina San José, otra popular tanto por su presencia en las pantallas y su clase como por ser hija de Ana Belén y Víctor Manuel.
Al final el gato al agua se lo llevó Berta Vázquez, pero es difícil que lo haya disfrutado tanto como lo hizo la actriz gijonesa a la que en la gran cita acompañaron su madre Carmen, el director de su compañía Sergio Gayol, y sus tíos Inma y Rafa, tan volcados en el teatro como ella, pero sin tanta profesionalidad. Como todo lo suyo, Carmela afrontó el reto de la nominación como una experiencia enriquecedora y logró, de paso, que no quedara un amigo que no se alegrara por ella. Por ver reconocida en pantalla gigante y entre los grandes del sector la voluntad, la tenacidad, el esfuerzo y el compromiso con el arte escénico de una mujer "multitarea". Una polifacética que lo mismo estudia iluminación, que se busca un hueco en pantalla, que si no lo encuentra se ofrece de ayudante de producción, de dirección, se apaña con el sonido, lleva las palomitas si es el caso, o se hace empresaria, que también lo piensa.
Licenciada en Arte Dramático por la ESAD -ahora estudia también Psicología por la UNED-, ha hecho cursos de interpretación, de danza, forma parte del proyecto de promoción audiovisual "El Forcada Producciones" -que organiza el certamen de cine asturiano de Proaza y Santo Adriano-, integra el "Teatro del Cuervo" y tiene siempre varios proyectos superponiéndose, sea teatro, cine o televisión, en gran formato, en colaboración, en versión de adultos o de niños... Porque a ella los días parece que le duran más de 24 horas. Es, sostienen todos en el entorno, una mujer tenaz, preocupada por su formación, exigente y emprendedora, a la que no asustan los retos y, sobre todo, a la que casi nada le quita la sonrisa.
A sus 31 años Carmela Romero ha encontrado un reconocimiento nacional que a otros sólo les llega saliendo de las fronteras astures. Y aunque es cierto que con "Carne de gallina" -coproducción de las compañías "Teatro del Cuervo" (Asturias), "Arteatro P. T." (Madrid) y "La Estampa Teatro" (Extremadura)- se ha hecho muchos bolos por España, eran las suyas incursiones de ida y rápida vuelta. Porque precisamente lo único que desde el principio de su carrera no ha parecido dispuesta a sacrificar es su condición de "actriz de provincias". "Le tira la región, la familia y los amigos", suscriben los que ya han admitido que esa tendencia a quedarse en casa -ya sea en Gijón o en Proaza, donde vivió varios años con su pareja Héctor Currás- no esconde una falta de ambición sino unas sólidas raíces. Hace años que advirtió a su tío Rafa, el que piensa acompañarla en la alfombra roja el día que vayan a los "Oscar", que "vamos a Los Ángeles, miramos lo que hay, y volvemos".
Pero nunca se sabe. Como nadie sabía que aquella niña que acompañaba a sus tíos a sus ensayos con el grupo de la Once "La Esfera", estaba poniendo allí los cimientos de una carrera.
