En marzo de 2003 se inauguraba como nuevo museo local el complejo de viviendas para alquilar a obreros que construyera con sus ahorros de indiano Celestino González Solar en 1877. Gijón garantizaba así la pervivencia de una parte de su historia como ciudad obrera y se la ofrecía como enseñanza a las nuevas generaciones y como atractivo a los turistas más curiosos.
Pero más de una décadas después de ese regreso a la vida la ciudadela de Capua, como se la conoce popularmente, se ha transformado en un rincón para el olvido tras sufrir el prolongado cierre de la instalación, problemas de mantenimiento, andamiajes de obras colindantes, acumulación de maleza y basuras...
Los vecinos de la zona, colectivos de artistas y creadores y varios grupos políticos -IU y Ciudadanos fueron los últimos en llevar el tema al debate plenario- han coincidido en reivindicar otra oportunidad para dar vida a esa ciudadela. Se ha propuesto desde instalar allí un centro de interpretación de la historia urbana de Gijón hasta convertirlo en un espacio cultural y de ocio que pueda acoger exposiciones, talleres o presentaciones de libros. Por poner sólo unos ejemplos. Con estos u otros contenidos esa oportunidad que se reivindica para la ciudadela parece estar a la vuelta de la esquina.
Y no sólo porque desde el ámbito municipal se pusieran en marcha desde hace unos meses una serie de obras para garantizar mejoras en la conservación de la instalación física. La Fundación Municipal de Cultura, o así lo explicó su presidenta la edil forista Montserrat López, tiene un plan para la ciudadela. El primer paso -"y ya se está trabajando en ello", adelantó la edil en una comparecencia plenaria- es que la gestión de la ciudadela deje de depender conceptualmente del Museo del Pueblu d'Asturies para integrarse en el Museo del Ferrocarril "al considerar que ambos equipamientos museísticos son testimonios de la sociedad surgida con la Revolución Industrial en las décadas del siglo XIX".
Ahora mismo en la ciudadela de Capua hay unos paneles informativos donde se relatan aspectos que tienen que ver con la industrialización, la vivienda obrera y la propia historia del complejo creado por Celestino Solar y un par de pantallas táctiles en espacios interiores. Ese es el equipamiento básico aunque en ocasiones especiales el espacio ha servido para acoger propuestas muy puntuales como el proyecto artístico "No es sitio" en junio del año pasado. La falta de una salida de emergencia dificulta que se puedan hacer actividades que movilicen a muchas personas a la vez.
La idea de la Fundación Municipal de Cultura es ir a más. Para empezar, el mes de abril es la fecha prevista para ubicar en los espacios no tabicados de la ciudadela una selección de los contenidos referidos a la ciudad industrial de la muestra "Urbe II, la construcción histórica de la ciudad de Gijón", un trabajo resultado de una colaboración con la Universidad de Oviedo. El equipamiento museístico de Capua es también el escenario de "Ciudadelas y tocotes", nombre de la actividad ofertada este curso a los centros educativos locales y que está pensada para el alumbrado de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional.
También está en la mente de los responsables de la política cultural municipal reconstruir en una de las dos casas tabicadas de la ciudadela el interior de la vivienda para hacer más fácil a los visitantes imaginar el día a día de las familias que allí vivían. El mobiliario dará sensación de hogar pero también de espacio de trabajo, sobre todo femeninos. Una máquina de coser en la salita dejará claro que muchas de aquellas mujeres ejercían de modistas para completar el salario de la familia.
A estos trabajos dentro de la propia ciudadela de Capua se sumará la labor de actualización en la web de la red de museos municipales de Gijón. Quien no quiera esperar para ver esta ciudad en miniatura tiene una oportunidad en los próximos días festivos de Semana Santa con varias visitas guiadas.
